«Pronto podríamos enfrentarnos a una epidemia de cardio-oncología»

Uno de cada tres pacientes con cáncer puede experimentar efectos secundarios cardiovasculares graves por el tratamiento que ha llevado a cabo. Es lo que se conoce como cardio-oncología, y es la próxima gran amenaza a la que se enfrenta la ciencia y la medicina. Y probablemente también la Humanidad. Para concienciar sobre este asunto, la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) ha preparado la primera conferencia dedicada a centrarse en la creciente epidemia que puede llegar en los próximos años.

«Pronto podríamos estar enfrentando una epidemia de cardio-oncología», advierte el Dr. Alexander Lyon, presidente de la ESC y copresidente de la conferencia, que se celebra los días 20 y 21 de junio en Florencia (Italia), donde se reunirán algunos de los mayores expertos del mundo en la materia. La cardio-oncología es una especialidad médica nueva y en auge que se dedica al tratamiento de problemas cardíacos en pacientes con cáncer

La afirmación del doctor Lyon se basa en la evidencia de «la creciente población de sobrevivientes de cáncer, el envejecimiento demográfico que requiere terapia oncológica a largo plazo y la alta incidencia de enfermedades cardíacas relacionadas con el tratamiento». A medida que la población envejece y aumenta el número de diagnósticos de cáncer, también aumenta la incidencia de efectos secundarios cardiovasculares del tratamiento.

El Dr. Alexander Lyon es una figura destacada y un experto en el campo de la cardio-oncología, y sus opiniones e implicación en este ámbito se reflejan en su liderazgo, interés clínico y ponencias. Ha sido el presidente del Consejo de Cardio-Oncología de la ESC y fue presidente de la British Cardio-Oncology Society.

Lyon defiende que la tecnología portátil (wearables) puede revolucionar la cardio-oncología, como se desprende de sus ponencias sobre «¿Cambiarán los wearables nuestra práctica clínica?» y «Revolucionando la cardio-oncología con tecnología portátil» y ha descrito la cardio-oncología como «La nueva frontera», un área de la medicina en crecimiento y sobre la que hay que prestar atención y poner medios. De hecho, es consciente de la importancia de que los equipos de cardio-oncología realicen una valoración cardiovascular completa antes del tratamiento oncológico para identificar a los pacientes más vulnerables que necesitarán una vigilancia más estrecha, considerando la edad, el tipo de cáncer, el tratamiento y los antecedentes cardiovasculares del paciente.

Según la Sociedad Española de Cardiología, la cardio-oncología es una nueva especialidad dedicada a prevenir y tratar el posible daño que se puede producir en el corazón y en el sistema cardiovascular durante y después de los tratamientos contra el cáncer, incluyendo la quimioterapia, las terapias dirigidas, la inmunoterapia, el trasplante de médula ósea, los tratamientos hormonales y la radioterapia. El objetivo fundamental de la cardio-oncología es facilitar el tratamiento del cáncer, consiguiendo que los pacientes puedan completarlo sin complicaciones cardiovasculares.

Como se explica en la Guía ESC 2023 sobre cardio-oncología, existen muchos tipos distintos de tratamientos contra el cáncer, y algunos de ellos pueden aumentar el riesgo de problemas cardiacos o circulatorios, lo que se conoce como «cardiotoxicidad» o «toxicidad cardiovascular» en cardio-oncología. Entre los tipos de complicaciones se incluyen la presión arterial alta, el infarto o dolor torácico conocido como angina, la debilidad del músculo cardiaco que puede evolucionar a insuficiencia cardiaca cuando el corazón no bombea correctamente, la inflamación cardiaca (conocida como miocarditis) o las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares.

El desarrollo de estas complicaciones afecta a la calidad de vida y empeora el pronóstico global de los pacientes, especialmente si obligan a interrumpir tratamientos que estaban resultando eficaces para controlar el cáncer. El objetivo de la cardio-oncología es permitir que los pacientes con cáncer reciban el mejor tratamiento posible y que mantengan un corazón sano.

En la conferencia se van a reunir «cardiólogos, oncólogos, hematólogos y otros expertos para mejorar la atención a los pacientes con riesgo de cardiotoxicidad por el tratamiento del cáncer. La colaboración entre especialidades es clave para lograr mejores resultados», añade la Dra. Teresa López-Fernández, copresidenta del evento.

ESC Cardio-Oncology 2025 contará con un programa interactivo que incluirá sesiones de casos clínicos, talleres prácticos y las últimas novedades científicas. Se hará especial hincapié en la colaboración multidisciplinar (hay sesiones conjuntas con miembros de sociedades como la ESMO, la JACC, la EHA, la ICO, la EHJ y la ESTRO) y entre los puntos destacados del programa figuran algunos como los avances en oncología y radioterapia o la gestión de casos clínicos que se han convertido en paradigmas en evolución en cardio-oncología, entre otros.

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