La policía detiene a cuatro personas por la agresión con ácido a un joven

El individuo que arrojó ácido a un joven en la cara en una terraza de Valencia confundió a la víctima con otro hombre, según se desprende de las investigaciones de la policía. El autor del brutal ataque, que actuó por encargo de una mujer, es una de las cuatro personas detenidas por la Policía Nacional en las últimas horas por su presunta implicación en los crueles hechos.

Los agentes del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Valencia han logrado resolver el caso tras afrontar una investigación compleja, entre otros motivos, por la vida ordenada de la víctima -un físico que no tiene enemigos ni ha estado nunca implicado en asuntos turbios- y el error que cometió el individuo que le arrojó ácido a la cara, según fuentes jurídicas, al confundirlo con otra persona. La falta de un móvil y un vínculo entre el presunto agresor y la víctima dificultó las investigaciones hasta que la policía detuvo a la mujer que encargó el atroz ataque.

Las cuatro personas detenidas está previsto que pasen hoy a disposición judicial. La policía realizó dos registros, uno de ellos en un piso de la localidad de Silla, en los domicilios de los implicados en presencia de los mismos y sus abogados. Entre los arrestados se encuentra también el hombre que conducía el coche que utilizó el agresor para huir, aunque este individuo declaró que se limitó a trasladar al otro implicado a la plaza del Cedro y negó conocer sus crueles intenciones.

Tras el ataque con ácido en la terraza de un café, los dos amigos de la víctima salieron corriendo para perseguir al agresor; y al doblar la esquina, vieron cómo el individuo montaba en el asiento del copiloto de un coche de color gris, al parecer un Alfa Romeo que conducía otro hombre. Aunque huyeron a toda velocidad, los jóvenes lograron apuntar los números de la matrícula y regresaron a la terraza para auxiliar a su amigo.

Hasta ese momento creían que un gamberro había arrojado el contenido de una bebida a la primera persona que se había encontrado en la calle, pero pronto descubrieron la gravedad de la agresión. Los gritos de la víctima eran desgarradores. «Me escuece mucho y no veo nada», dijo el joven mientras un camarero y Raquel, una clienta, arrojaban agua sobre las graves quemaduras de la cara. En apenas tres minutos, la plaza del Cedro se llenó de coches patrulla. También se movilizó el SAMU, que llevó al herido la Hospital Clínico, aunque luego fue trasladado a la unidad de quemados de La Fe. Sus dos amigos también sufrieron heridas leves por salpicaduras del líquido corrosivo.

Pero los números de la matrícula que memorizaron se convirtieron en la principal pista que investigó la policía. Tras una ardua investigación, los agentes del Grupo de Homicidios localizaron el coche y averiguaron que era utilizado por varios miembros de una famila. Uno de ellos, al parecer, conducía el vehículo el día de la agresión.

Este individuo fue sometido a una estrecha vigilancia que posibilitó la identificación y detención de todas las personas implicadas en los hechos. Una de ellas es la mujer que encargó el brutal ataque contra un hombre, que no era el físico, por motivos relacionados con una venganza. La víctima sufre ceguera de un ojo y perdió parte de la visión del otro tras las graves quemaduras que le causó el ácido en la cara.