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CONCHA PASTOR
Miércoles, 1 de abril 2015, 00:23
Las piernas todavía le tiemblan cuando recuerda la dramática escena. Eduardo Juan descubrió el pasado domingo los cadáveres de David y Jean sobre el sofá de su chalé en Xaló. El hombre comprobó con gran horror que sobresalían unos pies de la gabardina verde que cubría los cuerpos sin vida de los Tarsey, que habían sido asesinados de un disparo en la cabeza.
Juan y su amiga Ann habían quedado, como cada domingo, con el matrimonio británico para salir a comer. De hecho, según Ann, solían hablar por la mañana para decidir dónde iban ese día, pero al ver que no llamaba ni contestaba al teléfono, se preocupó por si estaban enfermos. «No era normal. Tenía miedo de que les hubiese pasado algo», señaló. Así, alrededor de las 15.45 horas de la tarde, ella y Eduardo se desplazaron hasta la casa de los Tarsey en Xaló. Accedieron a la parcela por la parte de la montaña porque creían que el candado de la verja estaba cerrado.
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