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J. A. MARRAHÍ
Martes, 9 de febrero 2016, 00:02
valencia. «Una carta certificada». Esta fue la excusa que una banda de atracadores empleó ayer para lograr que el responsable de un taller de joyería abriera la puerta. Victoriano Valenciano, de unos 60 años, cayó en la trampa de los delincuentes y acabó amordazado junto a su hijo en una vivienda de Patraix. «Me han atado, me han golpeado y me han robado todo lo que tenía», lamentaba ayer el orfebre tras regresar del hospital a su casa.
El asalto se produjo minutos después de las nueve de la mañana, en una vivienda de la calle Humanista Mariner donde la víctima tiene instalado desde hace años su taller de joyería. En ese momento, Valenciano estaba en compañía de uno de sus hijos, que también sufrió la violencia y crueldad de los asaltantes.
Ataviado con un casco amarillo y ropa oscura, el falso empleado de correos logró que el hombre abriera la puerta. Tras él llegaron dos compinches y comenzaron los golpes. Según describió la propia víctima, «fue todo muy rápido, cuestión de cinco minutos».
Padre e hijo acabaron con cinta americana en las muñecas, en los talones y en la boca. Al parecer, los atracadores no esgrimieron armas. «A puñetazo limpio. Nos han dado todo lo que han querido», se quejaba el joyero, todavía dolorido. Después de localizar la llave de la caja fuerte, se apoderaron de dinero y joyas. La víctima no quiso concretar la cuantía, pero dejó entrever que se trataba de un robo «muy grave para nuestro negocio».
Los delincuentes dejaron a las víctimas amordazadas y huyeron a pie hasta un coche estacionado en una esquina. Pero segundos después de que los intrusos abandonasen la casa el hijo del propietario logró arrancarse parcialmente las ataduras de plástico y salir tras de ellos mientras gritaba. La persecución fue presenciada por un trabajador que entraba en el patio para realizar una reforma en un piso de la finca.
Una luna destrozada
Según un vecino, «el operario, que iba con una caja de herramientas, lanzó una llave inglesa contra la luna trasera del coche y llegó a romperla». Las dos víctimas fueron trasladadas con una ambulancia a un centro sanitario. Pese a los golpes, están fuera de peligro. La Policía Nacional busca a los ladrones.
Según los vecinos, el taller y vivienda de Valenciano, nunca había sufrido un robo semejante. «Lleva toda la vida en el mismo oficio, desde hace décadas, y es la primera vez», describió un vecino. «Toma muchas medidas de seguridad y tiene blindajes, pero esta vez de poco han servido», expuso el residente.
La manera de actuar de los delincuentes recuerda al atraco sufrido la semana pasada por un empresario de Borbotó al que también ataron y golpearon. En esta ocasión, los maleantes fingieron ser funcionarios judiciales.
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