
Secciones
Servicios
Destacamos
LOLA SORIANO
Lunes, 22 de febrero 2010, 08:45
Benimaclet, como barrio que fue pedanía hasta 1972 y mucho antes pueblo independiente de Valencia, hasta su anexión en 1892, conserva sus tradiciones, fiestas, casco histórico y parte de su huerta. Es uno de los lugares de la ciudad donde las familias todavía se conocen. Como bien explican sus vecinos, su iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, hace tan sólo unos años cumplió cinco siglos y sus campanas todavía marcan el ritmo de vida de los vecinos de Benimaclet.
Miguel Casaña recuerda que calles ahora consolidadas como Greses o avenida de Valladolid, «hace diez años todavía eran huerta». El barrio ha crecido mucho y han llegado nuevos vecinos y comerciantes. «Están los negocios de toda la vida y los que han abierto inmigrantes, que suponen un 12% de los vecinos. Además, tenemos una población flotante muy importante, de un 15% que son estudiantes y dan mucha vida al barrio», detalla José Andrés Gil, presidente de los comerciantes.
Benimaclet cuenta con 30 entidades culturales y sociales y con una banda de música «fundada en 1910 y con 400 alumnos», explica Paco Guardeño, de la asociación de vecinos. Precisamente, esta entidad ciudadana cumple 40 años de vida. Uno de los principales logros conseguidos ya hace un tiempo, «en el año 1998, fue la protección del casco histórico, para evitar que se hicieran fincas de gran altura junto a casas centenarias». Según Guardeño, lograron peatonalizar estas calzadas, «pero todavía hay gente que circula y aparca en el mismo casco antiguo. A ver si en la zona residencial junto a la ronda norte hacen aparcamientos subterráneos para evitar que dejen los coches estacionados en el centro histórico».
Otra mejora conseguida fue la desaparición del muro del trenet que dividía el barrio en dos. «Había una pared de metro y medio que aislaba a los vecinos de una parte y otra. Entre las vías, el trenet y la miseria que se acumulaba... Ahora la calle Vicente Zaragozá se ha quedado mucho mejor y, aunque queríamos metro, llegó el tranvía», añaden los vecinos. También fue importante la lucha para exigir una mejor dotación escolar. «Y ahora tenemos el colegio municipal, el Padre Catalá, Carles Salvador y los institutos Ferrer i Guardia y Rascanya-Antonio Cañuelo», indica Guardeño. Entre los temas pendientes, los vecinos destacan que es necesario que se desbloquee la paralización de la ampliación del barrio aprobado en 1994 y que lleva un retraso de 16 años. «¿Quién nos garantiza que esto no se va a eternizar?», se preguntan. Para reivindicar que se retome el tema, este sábado los vecinos limpiaron parte de los terrenos que están pendientes de urbanizar. Incluso contrataron dos excavadoras para eliminar matojos y hacer el movimiento de tierras.
Dos servicios pendientes son la casa de cultura y el centro de salud. El segundo «se tenía que haber inaugurado en 2009 y sólo se ha puesto el cartel que anuncia la obra», según los vecinos.
Una mejora que llegará en breve es la reforma del área polideportiva. «Van a invertir 5 millones en reestructurar la zona deportiva, con un pabellón cubierto, con pistas multiusos, para baloncesto, voley, esgrima y judo. Nos hubiera gustado que cubrieran la piscina».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.