Gandia se queda sin baloncesto

El Gandia Bàsquet no volverá a jugar esta temporada. El líder de la EBA abandona. Así lo hizo saber ayer, en un comunicado, la directiva del equipo. El escrito, remitido a las 12.40 horas, está firmado por cinco directivos. Entre ellos el presidente, Josep Gomar Tano, el secretario, Domenech Ardit, y el director deportivo, Manolo Valls. «Tal y como se manifestó en rueda de prensa y ratificado en comunicado posterior y dado que no se han solucionado los problemas económicos por incumplimiento de los compromisos adquiridos (patrocinador facilitado por el Ayuntamiento y Diputación de Valencia), la junta directiva del Gandia Bàsquet comunica la reitrada del equipo EBA de la competición. Esta decisión no afecta a los equipos de la base y de la escuela», reza la nota.

El día más negro en la historia deportiva de la ciudad comenzó a fraguarse la noche anterior. Una reunión de más de una hora con los jugadores obligó a la suspensión del entrenamiento. La suerte estaba echada. Los jugadores pidieron jugar en Alginet, pero la directiva había tomado la decisión. El equipo abandona la liga. Lo hace como líder, como el gran dominador de una competición que es incapaz de costear. Ni el club, ni la ciudad, merecen ahora una plantilla tan entregada. Tres meses sin cobrar, cumpliendo entrenamiento a entrenamiento, y liderando una liga en la que se jugaba como mal menor, tras la sonrojante retirada de la LEB.

Otra reunión, ésta de tres horas, entre Liduvina Gil y Josep Gomar Tano, esclareció la categoría en la que se salía este verano. Esta EBA que no motiva a nadie, pero que era un escalón intermedio entre la elite y la desaparición. Amainó la tormenta que había recogido 3.000 firmas, tras conocerse que el equipo dejaba la LEB, después de 3 años. La cortina de humo se ha desvanecido otra vez. La primera ya le costó al ayuntamiento la friolera de un millón de euros cuando, en el verano de 2.008, decidió gastarse un dineral para disimular el abandono de Aguas de Valencia como patrocinador.

Meses después del inicio de la liga, la promesa de buscar un patrocinador se ha convertido en un «os dijimos que os ayudaríamos, nada más». Pero hay para todos. Torró y su grupo político anunciaron este mismo verano 100.000 euros de ayuda de la Diputación con motivo del Centenario Borja. Cumplía así su curioso patrocinio en años pares. En 2.009 el único equipo de la provincia en la LEB no vio ni un duro. Este año tampoco.

Es el fin de un ciclo. De una época dorada para el baloncesto de la ciudad,pero también para el deporte gandiense en general, que ha visto como en poco menos de 6 meses, ha pasado de ser referencia nacional, el Numancia del baloncesto, a tener que mendigar para subsisitir.

Los grandes damnificados, jugadores y aficionados. Los primeros se quedan sin trabajo, sin la sensación de vestirse de corto cada semana y con tres meses pendientes de cobro. Los seguidores, huérfanos ya de aquellas tardes de gloria, de baloncesto de quilates y de pabellones llenos, tendrán ahora tiempo para meditar sobre lo que ha pasado con el club que una vez les hizo felices.