Música americana para las Fallas de 1960

Las Fallas de hace 50 años tuvieron unos animadores muy especiales. Junto a las 93 bandas de música de toda la región que se dieron cita en la ciudad para amenizar verbenas y pasacalles, los valencianos pudieron escuchar a una de las mejores agrupaciones musicales militares de Europa: la banda de la 3ª Fuerza Aérea de los Estados Unidos, con sede en la base aérea de Mildenhall, en Suffolk, Gran Bretaña.

Los músicos norteamericanos fueron especialmente contratados por la Junta Central Fallera, que realizó las gestiones oportunas a través de la embajada de los Estados Unidos en Madrid, ocupada desde 1965 por el incansable John Davis Lodge, buen amigo de Valencia y conocedor de la fiesta fallera. Es más que probable que otro amigo de nuestra ciudad, el cónsul Eugene Delgado-Arias, que en enero había partido hacia una nueva misión diplomática en Brasil, dejara como recuerdo de su fructífero paso las gestiones para el viaje de los músicos.

No hay constancia de que la decisión de traer a nuestras fiestas a los músicos estadounidenses estuviera relacionada con el hecho de que la nieta del Jefe del Estado, la niña Mari Carmen Martínez-Bordiu, fuera ese año fallera mayor infantil. Pero sí es evidente, a la vista del conjunto de las fiestas de 1960, que el presidente de la Junta Central Fallera, señor Cerveró, siguiendo recomendaciones del alcalde, Adolfo Rincón de Arellano, quiso dar realce especial al programa oficial, en el que introdujo varias novedades. Una de ellas fue la presencia de los músicos militares, capaces de dar siempre brillantes resultados en la calle.

La banda de música de la 3th. Air Force llegó a Valencia, en un avión DC-4 militar en vuelo especial desde Londres, a las ocho de la tarde del 15 de marzo, víspera de la plantà, en un tiempo en que la fiesta fallera aún era de tres días. El vuelo debía haber llegado a las cinco de la tarde, pero hubo «vientos adversos» y otros contratiempos de los que el periódico no supo detalles y al final se demoró tres horas la llegada. La expedición estaba compuesta por 37 hombres, que viajaron con todo su instrumental y uniformes, al mando del oficial Richard G. Daugherty, el oficial director.

En el aeropuerto de Manises esperaron a los expedicionarios el vicecónsul, mister Grooves; el eficaz director de la Casa Americana, Guillermo Pérez; y el doctor Joaquín Fenollosa, miembro de la Junta Central Fallera y además médico que solía atender complicaciones de salud de marinos y oficiales necesitados de hospitalización en las muy frecuentes visitas de barcos norteamericanos a nuestro puerto. En el aeródromo, además de oficiales españoles del Ejército del Aire, se encontraba un oficial de comunicaciones norteamericano, desplazado desde la base de Torrejón de Ardoz que, como periodista, se encargó de cubrir la noticia de la estancia y la acogida de los músicos para 250 emisoras y periódicos de Estados Unidos. «Con lo cual la propaganda de nuestras fiestas en aquella nación será muy extensa y eficaz», anotaba LAS PROVINCIAS, pendiente de la necesidad de divulgar lo valenciano en el exterior.

Los músicos norteamericanos triunfaron en toda la línea en la fiesta fallera de 1960. Al día siguiente de su llegada, el 16 de marzo, desfilaron por el centro, se detuvieron ante Gobierno Civil, la Diputación y el Ayuntamiento para dar un saludo musical a las autoridades y dieron un concierto en la plaza del Caudillo (hoy del Ayuntamiento) que fue seguido por miles de valencianos. En el enorme bombo de la banda lucía el logotipo de la agrupación, compuesto en base al número 3 y la estrella, emblema de la 3th. Air Force destacada en Europa.

En días sucesivos, «los americanos» participaron en no pocos festejos falleros. Y mostraron la versatilidad típica de las bandas militares americanas, que igual interpretan marchas militares que entrar con mucho acierto y extraordinario «swing» en los ámbitos del «big band» y el jazz orquestal. Acompañado del doctor Fenollosa, el director de la banda, el capitán Daugherty, visitó al alcalde, marqués del Turia, en su despacho oficial. Según se comprueba medio siglo después en la página web de la Asociación de Músicos de la Fuerza Aérea, Daugerthy fue un notable músico militar que llegó a ocupar plaza destacada en la dirección de la banda militar del SAC (Strategic Air Command) el núcleo de mando aéreo sobre el que recayó, en los sesenta, la responsabilidad de la Guerra Fría.

En las fallas de 1960 se dijo que la fallera mayor, María Isabel Colomer Boquet, quedó un tanto eclipsada, en el plano oficial, por la presencia de la nieta del jefe del Estado como fallera mayor infantil. Pero las muchas cualidades de la fallera mayor se impusieron al aparato oficial. Isabel Colomer tuvo como mantenedor de su exaltación al famoso notario madrileño Blas Piñar, luego líder del partido Fuerza Nueva; Carmencita Martínez-Bordiu, en los actos celebrados el domingo 13 de marzo en el teatro Principal, tuvo como mantenedor a Jesús Romeo Gorría. Este político falangista, amigo del alcalde y admirado por doña Carmen Polo, estaba haciendo una brillante carrera: aunque en 1960 estaba en la subsecretaría, pronto se convirtió en el ministro de Trabajo de la década de los sesenta, la del desarrollo y el empleo. Andando el tiempo, y por influjo de Rincón, él habría de traer a Valencia el apoyo a Saltuv y el proyecto de una Universidad Laboral en Cheste.