«Me temo que ante el Almoradí nos pudo la presión», lamenta Cavalli

El UBE L'Illa-Grau intenta digerir la derrota ante el Almoradí de este pasado sábado, que supone un serio revés en sus aspiraciones de ascenso a la Superliga. La tabla de salvación para los castellonenses en este momento es que su principal adversario, el Club Vigo Voleibol, no sumó en su partido ante el Cajasol Juvasa -virtualmente ya tiene el ascenso en su bolsillo- porque perdió por 3-0 en Dos Hermanas. El partido del próximo sábado, nuevamente en el Pablo Herrera y ante los gallegos (18.00 horas), será la última oportunidad para los pupilos de Carlos Cavalli de reengancharse a la lucha por ascender.

«Ahora el ascenso está muy difícil, sobre todo porque con un triunfo ante los alicantinos teníamos muchas posibilidades. En realidad tenemos poca 'chance' porque queda una jornada menos, aunque el Vigo juega aquí la semana que viene y podríamos alcanzarle en la clasificación con una victoria contundente como en la liga regular», afirma el entrenador de los graueros.

La derrota del UBE L'Illa-Grau resulta un tanto inexplicable a estas alturas de temporada porque la plantilla del cuadro castellonense era plenamente consciente de la trascendencia del encuentro. Quizás esa responsabilidad acabó provocando que el equipo dirigido por Carlos Cavalli no encontrara su estilo de juego y el ritmo apetecido. «La única razón para explicar la derrota está en el exceso de presión que los jugadores han soportado y que ha acabado agarrotándonos en la cancha. La presión pudo más porque habíamos preparado el choque a conciencia», confesaba apesadumbrado el técnico.

«No me lo esperaba»

«El Almoradí no tenía nada que perder, jugó distendido y ganó. No podemos decir mucho más», consideró Cavalli. «Lo que más me duele es que no esperaba una reacción así de mis jugadores. Estuvieron agarrotados y ni tan siquiera pidiendo un tiempo con el 25-25 del primer set logramos reaccionar», recordó. El comportamiento de sus pupilos sólo tiene un nombre: «Temor, pánico, eso es lo que tuvimos». «Así es imposible ganar», lamentó Carlos Cavalli.