Rus dice que responderá sobre las fotos del MuVIM «cuando tenga que hablar»

En la Diputación de Valencia se respiraba ya ayer el ambiente de Fallas. Varias comisiones de la provincia acudieron a la llamada del presidente. Y Alfonso Rus, esta vez sí (tras el plantón de última hora del miércoles en la exposición sobre Enrique Ponce), acudió a la cita. Abrió las puertas de la institución pero cerró la boca. El mandatario provincial no quiso hablar de la polémica sobre la muestra de fotos 'Fragments d'un any', que fue retirada del museo público en el que se iba a exponer por tercer año consecutivo después de que la corporación ordenara retirar las imágenes de políticos.

Alfonso Rus reiteró el mensaje que ya había defendido el martes, un día después de la dimisión del director del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat, Román de la Calle. Es decir, que ya hablará del tema «cuando tenga que hablar». Que en estos momentos ese asunto «no me parece nada». Y que ayer lo que tocaba era «hablar de falleras, de falleros, de toros, que empiezan hoy, y de coches», los de la ronda de L'Antigor.

El presidente de la Diputación de Valencia prosigue con su agenda institucional, esta semana y la que viene marcadas por las fallas, al margen de la polémica. Igual que los diputados de Economía y Cultura, Máximo Caturla y Salvador Enguix, señalados junto a Rus como corresponsables de la decisión que provocó el cierre de la exposición en el MuVIM.

La misma muestra que ayer, justo una semana después de la fallida primera inauguración, volvió a abrirse al público en la galería privada Tomás March. El acto se convirtió en un homenaje a Román de la Calle, que acabó pidiendo la dimisión de los «culpables de la censura» por parte de la Diputación de Valencia. Si no lo hacen, afirmó, «algo huele a podrido».

El ex director del MuVIM reiteró su acusación a Máximo Caturla, al que considera instigador de la decisión de descolgar ciertas fotografías porque hacían referencia al 'caso Gürtel'. Pero, indirectamente, su reclamación también apuntaba al propio Rus, ya que según el relato de De la Calle, es quien tiene la última palabra al respecto. Por jerarquía y por autoridad. Incluso a Salvador Enguix, que fue quien ejecutó la orden (aunque el profesor siempre lo ha defendido).

De la Calle estuvo arropado por políticos y periodistas, y sobre todo por los fotógrafos cuyas instantáneas colgaban de las paredes de la galería. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, acudió acompañado por el líder en Valencia, Salva Broseta, los dirigentes provinciales Rafael Rubio y Carmen Martínez, la portavoz en el Ayuntamiento, Carmen Alborch (amiga personal del galerista), y varios concejales y asesores. También estuvieron la coordinadora general de EU, Marga Sanz; el secretario general del Bloc, Enric Morera, y la líder de Iniciativa, Mónica Oltra.

Pero llamó la atención, sobre todo, la presencia del delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, a título institucional en la inauguración de una muestra en una galería privada.

Durante su intervención en el acto el presidente de la Unió de Periodistes, Ximo Clemente, leyó un comunicado en el que calificaba lo sucedido de «agresión concebible a una sociedad democrática». Nuestro sistema de libertades», afirmó, «sufre una degradación preocupante a manos de unos gobernantes que no dudan en ningunear a los periodistas».

La Unión de Asociaciones de Artistas Visuales se sumó ayer a la condena de la «censura ejercida por la Diputación de Valencia» con la exposición de fotografías.