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La alcaldesa Barberá pasa junto a una vivienda con la pancarta favorable a la prolongación, ayer. :: JESÚS SIGNES
Los derribos en el Cabanyal se retomarán tras ser aprobada la ley de zona protegida
Valencia

Los derribos en el Cabanyal se retomarán tras ser aprobada la ley de zona protegida

La alcaldesa se da un baño de multitudes en su visita a las cofradías del Marítimo. «Iríamos a la cárcel contigo», le dicen algunos vecinos

J. AGUADÉ

Martes, 30 de marzo 2010, 09:33

Plena cobertura legal a la hora de retomar los derribos en la calle San Pedro. Esa es la estrategia que seguirá el gobierno municipal en las próximas semanas, por lo que ha decidido esperar a la plena vigencia de la ley aprobada el pasado día 25 en Les Corts y que modifica la anterior declaración de Bien de Interés Cultural de parte del barrio del Cabanyal.

El debate plenario sirvió además para desvelar que un alto cargo del Ministerio de Cultura, el subdirector general de Patrimonio Histórico, Luis Lafuente, elaboró un informe favorable a la legalidad de la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, documento que no se encuentra en el expediente al ser considerado un «borrador de trabajo».

La ley es un paso más en el decreto del Consell que contraatacó la orden del Ministerio de Cultura donde se pedía la paralización del plan urbanístico. Con su publicación en el Boletín de Les Corts y en el Diario Oficial, indicaron fuentes municipales, dará un refuerzo aún mayor a cualquier iniciativa del Ayuntamiento, sobre todo para que no se produzca el riesgo de desacato por las demoliciones.

La empresa Cabanyal 2010 tiene ya licencia de derribo de al menos cuatro edificios, todos concentrados en la calle San Pedro y Luis Despuig, fuera de la zona declarada Bien de Interés Cultural en 1993 y que ahora se mantiene en el proyecto de ley del Consell.

Además, también se han expropiado una veintena más, en un proceso terminado antes de Fallas. Cualquier demolición dentro de la zona protegida está descartada por completo, para cumplir así con la moción aprobada por unanimidad en el Ayuntamiento.

Este acuerdo entre los grupos popular y socialista habla de esperar a que se resuelva el conflicto judicial. El Gobierno presentó un recurso en el Tribunal Constitucional por un conflicto de competencias entre la orden del Ministerio de Cultura y el decreto del Consell, dentro de unos días convertido en ley autonómica.

Su admisión a trámite significó la paralización de las obras, aunque el Ayuntamiento entiende que sólo afecta a la zona protegida por su valor patrimonial y no al entorno, donde se sitúa el bulevar San Pedro. Esta avenida perpendicular a la prolongación incluye un aparcamiento subterráneo.

Un día después de la visita de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, al barrio del Cabanyal invitada por una plataforma vecinal, la alcaldesa Rita Barberá se dio ayer un auténtico baño de multitudes. La edil se paseó por el barrio con motivo de la Semana Santa Marinera y allá por donde pasó fue recibida con evidentes signos de soporte hacia la política del Ayuntamiento sobre el plan urbanístico, cuestionado por el Gobierno.

Los vecinos estaban con ella a lo largo de todo el recorrido. De la primera a la última de las cofradías que visitó la alcaldesa, todas fueron una constante, el soporte a la gestión política del Ayuntamiento. Rita, evidentemente, se encontraba como pez en el agua ante tamaña profusión de parabienes y respaldos. La alcaldesa se paró a hablar con todo aquel que le quiso comentar algo. Y no se hablaba ni del Valencia ni de la Semana Santa ni de la iluminación, ni tan siquiera de las calles ni del asfaltado.

El único tema era la ampliación de la avenida Blasco Ibáñez. Y ahí ganó por goleada. No fue algo preparado, sino espontáneo, la reclamación de la apertura del barrio hacia la ciudad. Muchas mujeres conminaron a la alcaldesa a que siguiera con su política, y lo hicieron expresándole su solidaridad y su 'compromiso' de llegar con la alcaldesa hasta las últimas consecuencias. Más de una le soltó si había que si iba a la cárcel en defensa del Cabanyal, Rita no estaría sola. «Nosotras iremos contigo a Picassent».

Barberá se maneja a las mil maravillas en las distancias cortas, tenía respuestas para todas, pero ayer la más socorrida fue la siguiente: «Estoy dispuesta a ir a la cárcel para mantener este proyecto». Y terminaba con una de sus habituales chanzas: «Además, ahora no me importa ir a la cárcel, porque como ya no fumo, no tengo ningún problema», comentó con una sonrisa la alcaldesa, que se ganó aún más el afecto y el respeto político de los ciudadanos del Cabanyal. Asistió también a algunas procesiones hasta primeras horas de la noche, en una visita tradicional de homenaje a las entidades de la Semana Santa Marinera.

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