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El Cabanyal entra en la agenda de los antisistema
Valencia

El Cabanyal entra en la agenda de los antisistema

La inmediatez y conectividad de las redes sociales los conduce a los 'puntos calientes' de cualquier ciudadEl Campus de Tarongers, la base militar de Bétera y el barrio del Carmen, otros de sus focos en Valencia

ALEJANDRO PLÀ

Domingo, 11 de abril 2010, 19:07

Los antisistema tienen su carnet de baile hasta los topes. Gozan de movilidad, se sienten en forma y poseen de una velocísima plataforma de convocatoria gracias a Internet. Los actos de protesta de estos días en el Cabanyal conforman la página más reciente. Los duros enfrentamientos con la policía local y la policía nacional cuando éstas custodiaban el trabajo de los operarios municipales han escandalizado la retina de lectores y telespectadores.

El Cabanyal se ha tornado campo de batalla a orillas del mar. Foco de violencia que áun arde en la ciudad. Pero no es el primero de los 'puntos calientes' que han protagonizado los antisistema en la actualidad valenciana, pues ya se dejaron ver en las aulas de la Facultad de Filosofía para protestar contra el plan Bolonia, por las callejuelas del Carmen en contra del plan RIVA y sus derribos (véase el triste caso del Teatro Princesa con muerto bajo los escombros) y por la plaza de San Agustín con el fin de oponerse a los planteamientos europeístas.

Pese a que no pertenecen al terruño, reclaman la primera línea en las protestas enalteciendo a los parroquianos y disparando la adrelanina en ambos bandos. En estas páginas ya se recogieron los reproches y sorpresa de multitud de vecinos del barrio al grito de «¿Qué hacéis aquí... pero si no sois de este barrio?». Los antisistema van y vienen. Forman la argamasa de toda protesta. Cerca de Serrería o en Alcorcón. Junto al Mercado dle Cabanyal o en Times Square. El antisistema considera 'burgués' a quien comulgue con el modo de vida establecido. Ese cómo funciona el mundo al 'tic tac' de la economía. A ellos se los conoce coloquialmente como los 'perriflautas', por sus ropas artesanales/recicladas, su amor a la música y juegos circenses, y, por su puesto, la compañía de algún perro.

Todo el mundo desprecia la violencia. Tanto 'burgueses' como 'perriflautas' la condenan enérgicamente. Antes y después de las tortas. Pero ocurre que en la mayoría de protestas con antisistemas de por medio las papeleras vuelan, las porras muerden los lomos y los insultos estructuran las batallas callejeras que el lector contempla estos días en el Cabanyal.

A principios de año Salvem el Cabanyal engordó una manifestación de finales de enero con 15 asociaciones no valencianas. Al parecer Carabanchel y Villaverde sentían muy de cerca el desarraigo que, según ellos, supondrá la prolongación de Blasco Ibáñez. Merced a plataformas como Facebook o Twitter se convocan las manifestaciones. Atrás quedaron la pegada de carteles y las radios clandestinas. Internet para llamar a las barricadas en Valencia. Tanto es así que las emisoras consideradas antisistema en Valencia (Radio Malva y Ràdio Klara, fundamentalmente) poseen una página web con enlaces a toda una serie de asociaciones con activismo reconocido: Acsur, La Quimera, Pluralia TV, Salvem El Cabanyal, Lahaine, Infopunt, etc.

En Estados Unidos Obama estaba siendo elegido presidente de los EE.UU. y en el campus de Tarongers así como en otros centros universitarios valencianos los antisistema irrumpían en el rectorado para decir 'no' al plan Bolonia. En la base militar de Bétera la presencia de casi un centenar de ellos se ha convertido en un pequeño clásico. Tanto es así que la Guardia Civil ya les espera a cada año para evitar que rebasen la alambrada del campo de maniobras. Por no hablar de los edificios en ruinas de barrios como el Marítimo, Benimaclet o toda la zona de El Carme. Locales como Malas Pulgas y teatros abandonados como el Princesa son sólo dos de los bastiones en los que el movimiento antisistema plantó cara en la ciudad de Valencia.

Plataformas de Internet como Alasbarricadas.org, Nodo50.org o Lahaine.org orientan la convocatoria de revueltas como un francotirador cuyo disparo alcanza cualquier rincón de la península. Internet pone en contacto a muchos. De donde sean. Basculan de un territorio a otro como un equipo de fútbol perfectamente entrenado para presionar en bloque en todo el terreno de juego. Bajo premisas universales tales como el anarquismo, el movimiento okupa, las hinchadas ultra, la devaluación universitaria o el mileurismo fruto del mercado laboral, los antisistema han desembarcado en el Cabanyal como lo hicieron en Londres o en Nueva York. Como hacen por doquier.

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