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DE CUERPO PRESENTE

EL SOMBRERERO LOCO

CARMEN VELASCO

Viernes, 16 de abril 2010, 03:08

Bob Dylan últimamente no sale al escenario sin él. Ya ha lucido varios: de dos alas, vaquero, blanco, al estilo amish, negro. Uno de piel de leopardo sirvió para dar título a una canción del disco 'Blonde on blonde' allá por el año 1966. ¡Cuánto ha llovido! Precisamente para la lluvia tímida, ésa a la que acostumbra abril, el sombrero suele ser un buen complemento.

El bastón de caña, el característico bigote negro y los zapatones de dos o tres números más vestían a Charlot, que optó por el bombín. ¿Se imagina 'El chico' o 'La quimera del oro' con otro icono que no sea el entrañable vagabundo pegado a su sombrero? Yo no. Para el genial personaje de Chaplin, el bombín no era el arma común para ocultar la pérdida de cabello sino el sistema perfecto para evitar que los sueños se escapasen.

El pintor Eduardo Úrculo no pudo huir de la fascinación por esta prenda que él inmortalizó al óleo. Tampoco Indiana Jones arrancaba una aventura sin cubrirse con su fedora ni los gánsters hubieran intimidado tanto sin sus sombreros de fieltro en gris, blanco o negro. Hasta Michael Jackson incluyó los trilby en su coreografía y recurrió a ellos para resguardarse de los flashes.

No es lo mismo usar de forma habitual sombrero, que ser el sombrerero loco. Mi admiración por este último es apasionada. De hecho, esta noche tengo un encuentro con él. El maestro Tim Burton -ante él siempre me quito el sombrero, la chistera, la boina, el salacot y hasta la montera- ha hecho de ilustre mediador. No se me ocurre nadie mejor para que interceda entre una novia cadáver como yo y Johnny Depp.

A la cita, además, acudirán el conejo blanco, la reina roja, el gato de Cheshire, la oruga y la reina blanca. Sí, el censo del país de las maravillas está hinchado. Cual Alicia, preguntaré al sombrerero loco: "¿Quién eres?". Confío en que él no traicione el guión de Lewis Carroll y responda: "Un amigo". Entonces esperaré su proposición: "Cualquiera puede viajar a caballo o en tren. Pero el mejor modo de viajar es en sombrero".

¿Sigo soñando?

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