El registro de su celda impide a Correa salir libre

Francisco Correa no pisará la calle, por el momento, a pesar de los reiterados intentos de sus abogados por conseguir su libertad a la espera de juicio. Los magistrados de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, los mismos que anularon hace dos semanas los polémicos pinchazos carcelarios que amenazan parte de la instrucción del 'caso Gürtel', han avalado ahora la legalidad de los registros de la celda del cabecilla de la trama y de su lugarteniente, Pablo Crespo, en la cárcel de Soto del Real en mayo de 2009.

No era un tema baladí. La defensa de Correa había pedido la nulidad de todas las pruebas derivadas de aquel registro ordenado por Pedreira a petición de la Fiscalía y de la Brigada Antiblanqueo, sabedora de que en el allanamiento los funcionarios de prisiones encontraron documentos claves para prorrogar la prisión preventiva por el «riesgo de fuga» y la «reiteración delictiva», los dos argumentos de mayor peso a la hora de denegar una excarcelación de un preso preventivo o imponer una fianza.

En su fallo, los magistrados Javier Vieira, Emilio Fernández y José Manuel Suárez se muestran esta vez mucho más comprensivos con Pedreira que en el tema de las escuchas de las conversaciones entre imputados y abogados y rechazan el recurso de apelación que el abogado de Correa , José Antonio Choclán, había presentado contra la decisión del instructor de dar por bueno el registro. El Superior de Justicia de Madrid considera «diáfana» la legalidad del allanamiento de la celda ya que «existen en las actuaciones llevadas a cabo indicios diversos de la participación (de Correa ) en numerosas actividades de apariencia sin duda delictiva, en las que se encuentran implicadas numerosas personas que se muestran como partícipes de una organización ilícita en la que el recurrente figura como uno de los dirigentes, desempeñando en ella quizás el papel de máximo jerarca».

El escrito incide en que el registro fue legal habida cuenta de la «gravedad y la grave pena» que llevan emparejados los delitos de los que se acusa al presunto jefe de la trama.

Choclán, en su escrito, había denunciado el «trato denigrante» al que está sometido su cliente, al que, incluso, asegura que se le aplica la legislación antiterrorista. Según el abogado, «no cabría imaginar una restricción de derechos mayor que la que ha se ha aplicado al señor Correa», al que se trata peor que al autor «del más horrible y reprochable de los crímenes». «Todos sus derechos, todos en términos absolutos, le han sido restringidos, incluso el derecho a comunicar en secreto con su abogado defensor, y ahora se le ha restringido el de su dignidad personal, hasta el punto que acordar un registro en celda como el ejecutado puede tener consideración de trato denigrante». «Todo vale en este proceso, incluido el invadir el único y último reducto que le quedaba, el ya limitado espacio físico de una celda carcelaria», apuntaba el letrado en su recurso fallido.

Última oportunidad

Ese escrito era la última oportunidad, por ahora, para tratar de conseguir la libertad condicional, que precisamente Pedreira denegó basándose en lo que se encontró en la celda 24 del Módulo 1 de Soto del Real que Correa compartía entonces con su número dos, Pablo Crespo. Según el sumario, el cabecilla de la trama corrupta guardaba entre el número de móvil y el 'email' del dueño de una empresa de alquiler de helicópteros de Barcelona dirigida por una persona con una orden de busca y captura. Un dato que el juez interpretó como una prueba de que subsiste un serio riesgo de fuga, ya que el imputado podría estar tramando una evasión por aire de la cárcel madrileña.

En el registro también se hallaron números de teléfonos de otros imputados y de un conocido especialista en derecho penal e internacional de un bufete de abogados de Ginebra, en Suiza, país al que se enviaron buena parte de los fondos de la trama 'Gürtel'. El juez Pedreira vio en ese número de teléfono un riesgo de «reiteración delictiva», causa clásica para denegar la excarcelación.