La jeta: Carlos Solchaga

Por estas tierras recordamos mucho a Carlos Solchaga de cuando era superministro porque en aquella época se fraguó la reconversión siderúrgica y nos chaparon los altos hornos de Sagunto. Supongo que era necesaria, aquella masacre de acero, pero, qué casualidad, de nuevo los valencianos pagaron el pato. Porque aquí siempre perdemos los valencianos, eternos paganinis. ¿Reconversión de la siderurgia? Pues hombre, entre cerrar los altos hornos de los vascos y los de los valencianos, evidentemente, se borraban los de los valencianos. Ahora con el agua sucede lo mismo: para contentar a Esquerra Unida lo primero que firmó Zetapé fue la liquidación del trasvase del agua del Ebro. Entre mosquear a los catalanes o a los valencianos, tuvo claras sus preferencias.Pero ahora, esta semana, me parece que ha pasado desapercibido el sopapo que Carlos Solchaga le ha arreado, sin sutileza ni suavidad, a Zetapé, diciendo que: "Zapatero es como es, y no hay que esperar otra cosa", que es como apuntar que bueno, que en fin, que oye, que venga ya, pues que ya sabemos como es este presidente.Un poco más y le tilda de iluminado peligroso o de tonto despierto, y bueno, en realidad eso decía entre líneas.Solchaga lidera una minoría de vieja guardia sociata que se echa las manos a la cabeza ante el desaguisado de Zapatero porque intuyen que este va a dejar el país convertido en un páramo y que, en consecuencia, si algún día vuelve la derecha al poder, se mantendrá allí durante muchísimos años dado el daño causado por el de las cejas mefistofélicas. Yo no creo que antes Solchaga fuese maaaaalo y ahora, al golpear al iluminado, sea bueeeeeeno. Me habría gustado, simplemente, que Solchaga (antes llamado "el enano de Tafalla" por sus detractores) y sus amigos hubiesen trabajado mejor para impedir que mister Bean alcanzase el poder de su partido, primero, y más tarde el de la nación. Eso hubiese sido lo deseable, ahora ya es demasiado tarde, y el peligro anda suelto.me pregunto qué clase de resentimiento arrastra.