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BEATRIZ LLEDÓ sociedad@lasprovincias.es
Miércoles, 28 de abril 2010, 13:19
No pueden ocultar su indignación al ver cómo Carles Sastre, el ex miembro de Terra Lliure, impartió ayer su conferencia en la Facultad de Geografía e Historia bajo el título 'La lluita clandestina per la independencia'. «Es una vergüenza que den credibilidad a un asesino condenado por la Audiencia Nacional», lamentó el presidente de la Associació Catalana de Victimes d' Organitzacions Terroristes (ACVOT), José Vargas. Por eso, esta organización y otras siete de toda España están dispuestas a denunciar a la Universitat de València (UV), al Sindicato de Estudiants dels Països Catalans (SEPC) así como al propio Sastre.
Por la mañana, ACVOT envió un comunicado reclamando que no se les diera la palabra a estos «criminales terroristas». Pero su petición no surgió efecto. Todo aconteció según lo previsto. Sastre pronunció, impertérrito, su discurso en el Salón de Grados de la facultad. La asociación ya advirtió que si esto ocurría, no dudaría «en ejercer las acciones legales oportunas contra quienes participasen, consintiesen y organizasen este acto».
El grito es unánime. La Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo, así como las organizaciones de la Comunitat Valenciana, Andalucía, Extremadura y Murcia se han unido para luchar en los juzgados, sin olvidar a algunos sindicatos de estudiantes contrarios a la charla.
De hecho, los abogados de la asociación catalana de víctimas ya se han puesto manos a la obra. «Examinaremos con lupa la conferencia. Cualquier mínima referencia o dato que consideremos apología del terrorismo será suficiente», sentenció ayer el letrado de la entidad, José María Fuster-Fabra.
Carles Sastre fue uno de los fundadores de Terra Lliure y también militó en su antecedente inmediato, el Ejército Popular Catalán (Epoca). Fue condenado a 78 años de prisión por tres asesinatos: el industrial José María Bultó, el que fuera alcalde de Barcelona, Joaquín Viola Sauret, y su esposa. Fue detenido en 1977, aunque se benefició de la amnistía de ese mismo año para los presos políticos, aunque le duró pocos días. El entonces ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, presentó un recurso contra su excarcelación, lo que le hizo huir a Francia. Salió libre en 1996 tras cumplir 11 años de su condena. En la actualidad, forma parte de la Intersindical-CSC.
Uno de los hechos que más ha entristecido a la ACVOT es que el acto tuviera lugar en una institución académica. «Estamos en un país democrático y defendemos los derechos humanos, pero a partir de ahí no entendemos cómo una universidad puede permitir que asesinos de esta calaña hablen en sus espacios académicos. Es humillante», afirmó Vargas. Además, criticó la conducta del actual rector de la Universitat, Esteban Morcillo. «No sé si piensa con los dedos de los pies en lugar de con la cabeza, porque si no no me lo explico», dijo.
Hay que tener en cuenta que no es la primera vez que la asociación catalana emprende acciones legales por un hecho similar. En su día denunció a Lluis María Xirinachs, ya fallecido, por atentar contra los derechos de las víctimas, entre los que se encuentran el contenido del artículo 578 del Código Penal, que regula el delito de humillación y desprecio a las víctimas. Y logró que un juez le condenase.
Los miembros de estas entidades consideran que la impunidad de actos como el protagonizado ayer en la Facultad de Geografía e Historia de Valencia suponen una deshonra a la memoria de las víctimas y a sus familias. En este sentido, valoraron que la querella contra Xirinachs, junto a otras actuaciones, sirven «para evitar que terroristas declarados como tales por los tribunales pudiesen humillar a las víctimas y evitar declaraciones de apoyo a los violentos».
Secuelas psicológicas
El presidente de ACVOT, que aglutina entre sus afiliados a una treintena de afectados directos por los atentados de Terra Lliure, alertó de que estas personas sufren lesiones de las que ya no se podrán desprender. «Padecen secuelas físicas pero también psicológicas. Y estas no salen al momento sino que aparecen posteriormente», aseguró.
Por último, José Vargas lamentó que en la actualidad «ninguno de los asesinos que ha destrozado la vida de las 573 familias que pertenecen a nuestra asociación -la mayoría son víctimas de la banda terrorista ETA- ha pedido perdón. Y pese a ello, les están dando voz, como ha ocurrido con Sastre».
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