El Puerto ofrecerá un segundo remolcador la próxima semana y romperá con la concesionaria

El Puerto de Alicante pondrá operativo un segundo remolcador la próxima semana para garantizar las prestaciones a todos los barcos que requieran del servicio, así como para ofrecer la máxima seguridad en el caso de incidencias imprevistos, tras el incumplimiento de sus obligaciones por la actual concesionaria, Realsa.

La Autoridad Portuaria Alicantina (APA) será quien directamente cubrirá la prestación, mediante el alquiler de un remolcador, tras la conseguir la autorización por parte de Puertos del Estado, al amparo del derecho legal que le faculta a «asumir la prestación del servicio cuando lo requieran las circunstancias, por ausencia o insuficiencia de iniciativa privada». Así lo han reconocido fuentes del organismo. Y es que culpabilizan a Remolcadores de Alicante S.A. (Realsa) de romper el acuerdo alcanzado, al inutilizar uno de sus dos barcos, tras el despido de la mitad de la plantilla.

En concreto, la mercantil echó a tres trabajadores el jueves de la pasada semana, y en la jornada de ayer a otros tres, tal como confirmó a este periódico el responsable de UGT-Mar, Carlos Bonet.

Desde el Puerto han dejado claro que incoarán un expediente sancionador contra la actual prestadora del servicio, perteneciente al poderoso grupo marítimo Bergé, por sus incumplimientos. Por lo que parece claro que se va a romper la relación contractual. De hecho, se han entablado ya los primeros contactos con otras empresas de remolcadores para sellar una futura alianza. Eso sí, el paso previo a cualquier movimiento se producirá tras la reunión prevista para el próximo lunes del Consejo del Puerto. También se va a solicitar que se contraten a los despedidos.

La APA se siente traicionada por la mercantil prestataria, que ha decido romper lo consensuado por todas las partes, incluidos prácticos, Capitanía Marítima y la comunidad portuaria -consignatarios, estibadores y agentes de aduanas-. Al respecto, no entienden que tras concederles un incremento tarifario del 10%, haayan optado por «romper la baraja con los despidos» e incumplir la calidad en la prestación del servicio de remolque.

Realsa esgrime que ha tenido que efectuar los despidos por el hundimiento del número de operaciones, ya que sus ingresos dependen únicamente de las mismas. De ahí que su última exigencia haya sido una subida de las tasas del 100%, que desde el Puerto se considera inadmisible, sobre todo cuando el resto de agentes implicados se comprometieron a un contención de los costes con el fin de animar la demanda y atraer un mayor volumen de mercancías.

Los consignatarios, tal como publicó ayer este periódico han mostrado su preocupación por la situación y han llamado a la responsabilidad para encontrar una solución que satisfaga a todos. Reclaman que se cumplan los servicios básicos a los que la ley obliga, sin que que suponga un menoscabo en la prestación de servicios ni un incremento en costes. Y es que advierten de que una subida tarifaria también pondría en peligro la competitividad del Puerto de Alicante, perdiendo más tráficos como consecuencia del mayor coste, lo que le haría menos competitivos con respecto a las infraestructuras más cercanas. Sin duda, un perjuicio que también afecta a la industria alicantina en su conjunto.

Desde la Asociación de Consignatarios de Buques de Alicante respaldan a la Autoridad Portuaria en las medidas que considere oportunas para la resolución del problema en aras de garantizar el servicio y la seguridad del Puerto.