El contagio griego hunde la Bolsa española

Pánico y descontrol en la Bolsa. El temor a que la operación de rescate griego resulte insuficiente y la posibilidad de que la economía española se contagie de esas graves dificultades, provocaron tal nerviosismo entre los inversores que algunos dieron credibilidad al descabellado rumor de que España estaba a punto de pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional para hacer frente a unas necesidades de financiación de su deuda por 280.000 millones de euros.

Las apuestas bajistas triunfaron y los índices entraron en caída libre, un movimiento que no logró parar el tajante desmentido que el presidente del Gobierno realizó desde Bruselas ni su anuncio de que España ha salido de la recesión y registró números positivos en su Producto Interior Bruto del primer trimestre. Tampoco aliviaron los temores de los inversores los pronunciamientos de las agencias de calificación Moody's y Fitch que, según aclararon, no tienen previsto revisar a la baja la nota de la deuda de España. La apertura bajista de los mercados norteamericanos fue el remate para un martes negro en los parqués europeos.

El Ibex 35 se vino abajo y padeció una caída del 5,41%, el segundo mayor recorte del año -tras el 5,9% del pasado 4 de febrero-, y el más acusado entre los índices europeos, a excepción del ateniense, que se desplomó un 6,68%.

El indicador de referencia de la Bolsa española cedió 563,7 puntos -el equivalente a 20.000 millones de euros- hasta quedar en 9.859,1 enteros, por debajo del soporte de los 10.000, un listón psicológico al que están ancladas numerosas órdenes de venta. En lo que va de año, el Ibex ya se ha dejado un 17,4%.

En un clima de desmoralización se derrumbó el valor de los títulos españoles, incluso los de las empresas que están presentando mejores resultados que sus competidoras internacionales.

El castigo a los bancos fue durísimo: Santander perdió el 7,08% -equivalentes a 5.500 millones de capitalización bursátil-, BBVA el 7,59% -unos 3.000 millones menos- y el Popular, el 7,34%.

Riesgo país

Pero aún sufrieron más las constructoras, porque Sacyr Vallehermoso cedió el 10,15% y las pérdidas de Ferrovial y OHL fueron superiores al 6%. Cayeron industrias de 'futuro' como las compañías Acciona y Gamesa, que tienen puesto el foco en las energías renovables. El título menos penalizado fue el de la empresa alimentaria Ebro Puleva, con un recorte del 1,7%.

El clima de máxima tensión dio rienda suelta a todo tipo de especulaciones. Las conjeturas sobre Grecia alertaban de la posibilidad de una reestructuración de su deuda, con recortes y retrasos incluidos en los pagos. Alemania tampoco ayudó al rumorear que los 110.000 millones que prestarán la UE y el FMI no cubrirán todas las necesidades financieras del país heleno para los tres próximos años, como había llegado a barajarse. Y, por si quedaba alguna duda, Moody's dejaba claro que, a pesar del rescate, «no se puede decir que sea el final de la crisis porque el ajuste es muy duro para Grecia».

Todo ello disparó el 'riesgo país' y encareció la financiación de los Estados afectados por los dimes y diretes. Los seguros frente a la posibilidad de impago escalaron los 160 puntos básicos, y el diferencial de las obligaciones a diez años de España con el bono alemán equivalente treparon hasta los 122 puntos. Mañana, el Tesoro se enfrenta a un significativo reto con una emisión de bonos a cinco años, la primera colocación tras la rebaja de la calificación de la deuda por Standard & Poor's.

Los seguros de impago de Portugal también se encarecieron hasta superar los 360 puntos básicos, los de Irlanda se situaban por encima de los 220 puntos y los de Italia, de los 150 puntos.

Para combatir la rumorología, las autoridades españolas contaron con ayudas institucionales. No sólo el FMI desmintió la petición de auxilio. Comparar a Grecia con España y Portugal «no refleja la realidad», declaró Angel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Roma. «España tiene una relación entre la deuda y el Producto Interior Bruto de más o menos la mitad de la de Grecia, y es una situación completamente diferente. España ha mantenido durante cuatro o cinco años superávit antes de la crisis», explicó. «Hay que ser muy prudentes y responsables para evitar hacer comparaciones que no son correctas».

El euro, en mínimo de un año

Por otra parte, en el ámbito europeo se abre camino la idea de ejercer un mayor control sobre las agencias de calificación. El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, que ya apuntó la idea de crear una institución comunitaria de análisis de riesgo, anunció su disposición a investigar la actuación de estas sociedades.

España no fue la excepción, porque la jornada se tiñó de rojo en todos los mercados europeos. Por detrás del Ibex, Milán cedió un 4,70%, Lisboa, un 4,21% y el CAC 40 de París, un 3,64%. El Dax de Fráncfort retrocedió el 2,6% y en Londres, el Footsie 100 cedió un 2,56%.

La crisis de los mercados también llevó al euro hasta un canje de 1,31 dólares, su nivel más bajo desde hace un año. Por contra, el oro, convertido en valor refugio, alcanzó los 28.916 euros por kilo en el mercado de Londres, su valor histórico más elevado.