Secciones
Servicios
Destacamos
J. A.
Lunes, 10 de mayo 2010, 11:57
Centenares de manifestantes, 3.000 según la organización y 1.000 según la Policía, recorrieron ayer las céntricas calles de Valencia para reclamar que el almacén de residuos nucleares no se lleve a Zarra. La mayor parte de los integrantes de la larga cola que llenó la calle Caballeros eran vecinos de la comarca del Valle de Ayora, aunque tuvieron también respaldo de muchos colectivos estatales y autonómicos y de partidos políticos.
La intención de la marcha por la ciudad era la de detenerse en la Delegación de Gobierno a leer un manifiesto y finalizar la protesta junto a la Generalitat para leer otra misiva dirigida al presidente Camps.
Quien no se escapó de la quema fue el alcalde de la localidad de Zarra, que fue duramente criticado. Le acusaron de haber traicionado no sólo a su pueblo, sino a toda la comarca y la Comunitat. Aunque no es sólo un problema de los valencianos, ya que entre los asistentes también se encontraban alcaldes de Castilla-La Mancha que ven peligrar su seguridad con la posible llegada de la polémica instalación.
Al Gobierno le piden que el almacén no se instale en el pueblo valenciano y que se desestime la idea de crear un depósito de residuos único. Creen que la mejor solución es que cada central nuclear se quede con sus materiales tóxicos y que no se vayan moviendo por el país con el riesgo de accidentes que ello conlleva. «Rogamos desestime la candidatura de Zarra (...) El proceso iniciado por el Ministerio de Industria se ha caracterizado por la falta de transparencia, la ausencia de mecanismos participativos y la falta de información veraz a los ciudadanos», reza una carta que se leyó junto a la Delegación de Gobierno y que el jueves había sido enviada al presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
A Camps le reclaman que se alinee con el 'no', ya que le advierten de que su silencio es una forma de consentimiento al almacén. «La Generalitat Valenciana se encuentra al borde de cometer un suicidio económico (...) Sr. Camps, no puede permanecer callado por más tiempo, porque el que calla, consiente».
Entre los que partieron de la plaza del Ayuntamiento de Valencia estaba el concejal del PSPV Rafael Rubio. Así defendía su acción: «No es un contrasentido que yo esté aquí pidiendo que no se instale el cementerio en Zarra. El PSPV ya se ha manifestado en contra y el PSOE en Madrid aún no ha mostrado su postura».
La manifestación comenzó a las doce de la mañana desde la puerta principal del Ayuntamiento y tras recorrer las calles céntricas, terminó casi a las dos de la tarde con una concentración de pancartas junto a la sede de la Generalitat. Allí los manifestantes se encontraron con otra marea de gente, la que salía de la Basílica de ver a la Mare de Deu dels Desamparats.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.