Dos personas mueren en Castellón al caer la avioneta con la que sofocaban un incendio
Los jóvenes catalanes realizaban su última descarga antes de regresar a casa en una zona donde había fuertes rachas de viento
JORDI MAURA
Domingo, 16 de mayo 2010, 12:50
Un incendio. Un accidente. Dos muertos. El fin de semana arrancó en la Comunitat de forma dramática. El fuego se inició el pasado viernes en el Parque Natural de la Tinença de Benifassà, pero se dio por controlado a las pocas horas, alrededor de las once de la noche. Sin embargo, en la mañana de ayer se reavivó. El accidente se produjo al estrellarse una avioneta que colaboraba en las labores de extinción. Las víctimas fueron el piloto y el operador de tierra que viajaban en el aparato.
La avioneta, de la empresa Avialsa, está subcontratada por los Bomberos de la Generalitat de Cataluña y tiene su base en Sabadell (Barcelona). Los servicios catalanes decidieron colaborar en la extinción del incendio por el convenio que hay entre los dos Gobiernos, como explicó el conseller Serafín Castellano, en el caso de que se produzca un incendio en una zona limítrofe como ésta. Desde la conselleria de Gobernación aclararon que la iniciativa partió directamente del Gobierno catalán.
Las causas del accidente, por el momento, se desconocen. Una investigación aclarará qué sucedió para que el aparato se precipitara. No obstante, el fuerte viento en la zona pudo ser una circunstancia determinante. «Se darán las causas cuando la investigación las determine», apostilló Castellano.
El aparato, según los testigos, había hecho una aproximación después de que otros dos hidroaviones hubieran descargado agua con éxito en la zona del Mas del Castellar.
Trabajadores de la conselleria de Medio Ambiente, Guardia Civil, agentes medioambientales de la Generalitat catalana y valenciana y bomberos supervisaban desde la pista del Mangraners los trabajos de extinción de los hidroaviones. Todos observaron con pánico cómo el avión viraba y se dirigía en picado y dando vueltas sobre su eje directo hacia el suelo. La explosión y la deflagración del combustible causó otro incendio a pocos metros del que se estaba tratando de extinguir desde el aire. De inmediato se movilizaron medios medicalizados aéreos. Las muertes de estos dos jóvenes catalanes se produjeron en el acto. Según relataron los servicios de emergencia que llegaron al lugar, uno de los cuerpos se encontraba dentro del aparato, mientras el otro yacía sin vida junto a la avioneta siniestrada.
El acceso a la zona es complicadísimo. El siniestro se produjo en una montaña del barranco del Mas de Castellà, situado entre el pantano de Ulldecona y la Pobla de Benifassà, en la provincia de Castellón. Se trata de una zona muy escarpada, de ahí que se utilizaran más medios aéreos que terrestres.
La Generalitat Valenciana aportó tres helicópteros y dos aviones, mientras que la de Catalunya sumó tres aviones y un helicóptero. Acceder al lugar de inmediato fue una árdua tarea, ya que no existen pistas por esta zona. Los únicos accesos son por sendas desde el Molí l'Abat o desde la Font de la Fou después de un trayecto de varias horas a pie.
La Policía Judicial de la Guardia Civil y los forenses y el juez de guardia acudieron desde Vinaròs en helicóptero para levantar los cuerpos de las dos víctimas.
El equipo de rescate de la Benemerita trataba a última hora de ayer de rescatar los cuerpos sin vida. De no poderse realizar, los trabajos seguirán en la mañaan de hoy. En la zona del incendio soplaban rachas de entre 70 y 100 kilómetros por hora. En la Tinença convergen en invierno y primavera, en una complicada orografía, vientos influenciados tanto por la plana litoral como por el valle del Ebro y la meseta.
Era la última descarga
Las victimas eran trabajadores de Avialsa, una empresa subcontratada por la Generalitat catalana. «Eran dos personas jóvenes, pero con experiencia», informó el conseller de Gobernación, quien aclaró que el piloto, «de treinta y poquitos años», viajaba junto al operador de tierra porque era la última descarga que iba a realizar el Air Tractor. La avioneta llenó sus depósitos en el aeroclub de Castellón y, al ser la última maniobra, recogió también al operario -«más joven todavía»- para regresar definitivamente a Sabadell.
Serafín Castellano arrojó algo de luz al fatal accidente a su vuelta, en helicóptero, de la Tinença de Benifassà, donde llegó hasta el puesto de mando avanzado para conocer los detalles del suceso. El conseller estuvo en contacto con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien, a su vez, habló con su homólogo catalán, José Montilla.
El conseller llegó a Valencia a las nueve de la noche. Allí alabó la «entrega, profesionalidad y valentía de la gente que trabaja en la extinción de incendios de manera abnegada». Castellano recalcó que los dos catalanes fallecidos tenían bastante experiencia pese a su juventud, cerca de los treinta años. «El piloto llevaba ya diez u once campañas» sobre sus espaldas.
La tragedia comenzó a gestarse en la noche del sábado. El fuego se declaró en una finca conocida como Mas del Castellar de la Tinença y se dio por extinguido sobre las 23 horas tras haber calcinado unos 1.500 metros cuadrados de matorral, pino, enebro y sabina. Sin embargo, se reprodujo al mediodía. Y en esto, sin duda, el fuerte viento sí que fue causa determinante.
Castellano aseguró anoche que el incendio «ya estaba controlado y no había llamas». El conseller, que estuvo acompañado del responsable del 112, Centro de Emergencias, comentó que la zona quemada no llegaba a las seis hectáreas.
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