«La Ciudad de las Ciencias y las Artes es exagerada»
La arquitecta italiana afincada en España considera que Valencia es una ciudad «de contrastes y espacios como el puerto, una gran mezcla» Benedetta Tagliabue Autora del pabellón español en Shanghái
BURGUERA
Viernes, 28 de mayo 2010, 11:46
La arquitecta Benedetta Tagliabue y los proyectos más destacados realizados por el estudio EMBT fueron ayer los protagonistas del XIII Congreso Internacional de Expresión Gráfica Arquitectónica, que se celebra hasta mañana en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de la Universidad Politécnica de Valencia. Tagliabue repasó durante una conferencia su trayectoria profesional y las obras que ha realizado recientemente el estudio al que pertenece, y compartió sus reflexiones acerca de la arquitectura actual, muy relacionada con el modelo social. De dicho estudio han salido proyectos tan destacados como el edificio de Gas Natural de Barcelona, la urbanización del puerto viejo de Hamburgo, el Parlamento de Escocia y, más recientemente, el Pabellón de España en la Exposición Internacional de Shanghái 2010. El diseño del pabellón está inspirado en la cestería de mimbre, material que cubre su fachada.
-¿Qué le sugiere el término 'Arquitectura Espectáculo', vinculado a edificios que acaparan la atención de las ciudades?
-Considero que no se trata de un fenómeno fruto de la arquitectura sino de la sociedad actual, de un mundo en el que ahora estamos con una Expo como la de Shanghái, un lugar en el que se busca protagonismo en un mundo muy amplio, con muchas cosas que ver y donde prima la comunicación, lo que obliga a expresarnos a veces de manera extrema.
-¿Cómo está siendo acogido el mimbre para el pabellón español en Shanghái?
-Muy bien. Los chinos son personas muy entusiastas y muy curiosas y para ellos es una gran novedad enfrentarse con un edificio que ofrece una tecnología estructural impresionante utilizando un material que ellos ya consideran propio del campo, de la tradición, algo inútil. Aquí también, en Europa, también está obsoleto, pero es un material con un valor increíble, y en el Mediterráneo donde sigue siendo muy apreciado.
-Como es el caso de Valencia.
-Exacto. Aquí en Valencia es una de las zonas donde más cariño se le tiene al mimbre y más se sigue utilizando. El mimbre es un material evocador, relacionado con muchos mensajes positivos: con el respeto al trabajo manual, conla apuesta por el uso de materiales naturales y la necesidad de pensar en la sostenibilidad de las actuaciones humanas. En Alemania, donde están muy atentos a todo lo que tenga que ver con temas ecológicos, este tipo de edificios sostenibles se están convirtiendo en una seria alternativa urbanística y las empresas han comenzado a explorar las posibilidades del mimbre.
-¿Por qué se decantaron por el mimbre para la fachada del pabellón español?
-En una Exposición Internacional como la que se celebra en Shanghái, con representación de todos los países del mundo, hay que llamar la atención, porque la oferta es toda muy llamativa. Yo pensé que era bonito buscar un material sorprendente que permitiese lanzar un mensaje sobre espacios reciclables, y poner en valor un material tradicional que, además, era un nexo, un punto en común, porque se utiliza tanto en España como en China. Es un edificio contemporáneo y experimental con un mimbre considerado por muchos como algo obsoleto.
-¿Conoce Valencia?
-Sí, vengo en muchas ocasiones, casi cada año un par de veces.
-¿Y qué le parecen los espacios arquitectónicos levantados durante estos últimos diez años?
-Es muy especial y muy divertido, con esa Ciudad de las Ciencias tan exagerada y, digamos, monográfica. Quizá era algo que pertenecía a una necesidad puntual de la ciudad, que buscaba un reclamo, y Valencia dijo: me identifico con esto y todo el mundo nos recordará por esto. Pero yo creo que Valencia tiene mucha más complejidad, es una ciudad bellísima con muchos contrastes, quizá más que Barcelona, cuenta con espacios maravillosos como el puerto, la fachada marítima, una gran mezcla que me gusta mucho.
-¿Qué muestra en la sala de exposiciones de ETSA?
-Son proyectos de varias épocas. Hemos apostado por maquetas de gran escala. Nuestro estudio evita encasillarse y hemos trabajado con planes urbanísticos, edificios grandes, edificios pequeños, escenografías... pero en este caso hemos preferido enseñar los grandes planes urbanísticos y la integración de los edificios con el paisaje, que es algo que nos caracteriza.
-¿La crisis ha repercutido en la planificación arquitectónica de las ciudades?
-Sin duda. En la exposición de la Politécnica hay proyectos que aún estamos pendientes de saber qué pasará con ellos a pesar de haber ganado los concursos de ideas. La crisis nos afecta a los arquitectos como a todos los profesionales relacionados con el mundo de la construcción. Por eso, entre otras cosas, nos hemos tenido que buscar trabajo lejos de casa e ir a trabajar a la China. En cualquier caso, somos afortunados porque tenemos proyectos en marcha.
-¿Los viejos espacios portuarios están siendo integrados por la mayoría de ciudades europeas?
-Claro. La parte antigua de los puertos han quedado en desuso para las actividades industriales, que se han trasladado a otras zonas más grandes, por lo que hay que transformar el suelo público para darle un nuevo uso. Realmente hay una serie de transformaciones en las zonas portuarias en toda Europa por el tamaño y la mecanización de la actividad portuaria.
-¿Cuál es su opinión sobre el debate del crecimiento de las ciudades, en horizontal (edificaciones bajas) o en vertical (rascacielos)?
-Las ciudades que no crecen de manera salvaje, de tamaño medio, sí deben contar con edificios específicos que sean grandes, un referente, pero no creo que sea conveniente planificar una ciudad media como una gran metrópolis porque de hacerlo, muchos espacios quedan vacíos, desaprovechados.
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