Valencia reducirá el alumbrado en jardines, calles y el viejo cauce para rebajar el gasto

El cinturón del presupuesto municipal ya no tiene agujeros aunque la alcaldesa Rita Barberá adelantó ayer algunas claves para apretarlo un poco más. Una parte del alumbrado público se apagará para reducir la factura eléctrica, en una medida que afectará a jardines, bulevares, accesos principales y calles comerciales.

Las pruebas empezaron el viernes pasado, indicó después la comparecencia de la alcaldesa el concejal de Alumbrado, Juan Vicente Jurado. Los técnicos manejan distintas alternativas, aunque las más seguras pasan por apagar luminarias de las farolas, así como dejar a oscuras tanto los parques cerrados como los abiertos, y el jardín del Turia, esto último a medianoche.

En los últimos días se han realizado mediciones en la avenida del Cid, el paseo de la Alameda, la calle Colón y los bulevares de las Grandes Vías. «Anoche (por el lunes) decidimos apagar todas las farolas de la mediana de la avenida del Cid, aunque fue excesivo. Ahora queremos probar con una o dos bombillas por cada una». Los modelos instalados en este acceso cuentan con cuatro luminarias.

Más radical será la medida en el jardín del Turia, donde a partir de medianoche se apagarán todas las farolas. A esa hora, indicó Jurado, está ya justificada la decisión porque ya no debe haber «nadie haciendo deporte por el cauce».

A la misma hora, quizá algo más tarde, ocurrirá lo mismo con los proyectores instalados en la playa del Cabanyal y la Malvarrosa. «Hace años los pusimos a petición de los hosteleros para mejorar la seguridad ciudadana», indicó el delegado, quien añadió que se daban casos de ladrones que aprovechaban la oscuridad de la playa para robar bolsos en las terrazas y salir corriendo por la orilla del mar.

En el mismo paseo marítimo, cuando cierren los restaurantes, el alumbrado también se apagará. Una medida que pretende responder a la «situación dramática» por la que atraviesan los Ayuntamientos precisamente cuando pende sobre ellos la decisión del Gobierno de que no contraten pólizas de préstamo a partir del 1 de enero de 2011.

En la calle Colón también se han hecho pruebas de mantener encendidas sólo parte de las luminarias. Jurado insistió en que la factura eléctrica, por lo que respecta a las farolas, apenas llega a los nueve millones de euros, aunque dijo que tratarán de reducir el consumo.

En la actualidad, el alumbrado de la ciudad se conecta a las nueve y media de la noche y se deja encendido hasta las siete de la mañana como mucho. «Es más sencillo poner en práctica esta campaña de ahorro en verano, cuando hay más horas de luz solar, aunque todavía no hemos decidido hasta cuándo las mantendremos».

La previsión, indicaron otras fuentes, es que la desconexión de las luminarias se mantenga al menos hasta septiembre. En ocasiones se hará con el sistema informático que regula toda la red, aunque habrá casos donde serán los propios operarios de la contrata «los que quiten los fusibles, como en las farolas modelo Exposición del paseo de la Alameda», dijo Jurado.

Estas son las más monumentales de la ciudad, al margen de las colocadas en el puente del Ángel Custodio. Se trata de réplicas de las construidas con motivo de la Exposición Nacional de 1909 y tienen tres luminarias. «Hemos decidido apagar dos y dejar una».

El ajuste es tan fino que en calle como las que rodean el jardín de la Glorieta se mantendrán encendidas sólo las situadas en la acera donde recaen los edificios de viviendas. Las del parque se apagarán.

«No tiene sentido dejar encendido el alumbrado público del jardín de Viveros si cierra sus puertas. La medida parece de sentido común, aunque en otros casos se esperará la respuesta de los vecinos. «Seremos flexibles e iremos ajustando conforme pasen los días», dijo el delegado, quien mencionó también todo el alumbrado del bulevar central de las Grandes Vías, donde «por la noche no pasa nadie».