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J. A. MARRAHÍ
Jueves, 1 de julio 2010, 14:51
Fueron minutos de tensión y nervios a flor de piel. Los carros de bebé rotos, los niños en el suelo, las mujeres que los llevaban heridas y desconcertadas... La tragedia se rozó ayer en un cruce de Valencia. Un conductor que circulaba a gran velocidad invadió una acera, destrozó una señal y arrolló a todos los que aguardaban a cruzar, entre ellos tres bebés, nietos de la directora del Palau de la Música, Mayrén Beneyto.
El siniestro se produjo sobre las cinco y media de la tarde, en la confluencia entre la avenida del Puerto y la plaza de Zaragoza. En ese momento, Claudia e Ivana, que cuidan a los nietos de Beneyto, habían salido con los pequeños de su domicilio de la avenida de Aragón. «Se dirigían al cumpleaños de una hermana mayor de los niños, que iba a celebrarse en la cafetería del Palau», explicó Isabel, una mujer próxima a la familia.
Al llegar al cruce de la avenida del Puerto, las dos jóvenes se detuvieron con los dos carritos a esperar a que el semáforo se pusiera en verde. En uno doble estaban dos gemelos de 16 meses y, a su lado, una niña de sólo 2 meses. Junto a todos ellos, otras dos mujeres de 39 y 58 años y un hombre de 31 aguardaban el momento de cruzar.
Así describió un testigo la maniobra del conductor, un joven de 21 años. «No sé si se confundiría o qué, pero en vez de avanzar recto por la avenida del Puerto, hizo un giro muy brusco, perdió el control y acabó en la acera». El vehículo se estrelló primero contra una señal que amortiguó, en parte, su peligroso avance. Pero no impidió el brutal atropello. Todos los que estaban en la acera, incluidos los pequeños, fueron alcanzados por la parte delantera del turismo.
Los testigos, con sus teléfonos móviles, alertaron a los servicios de emergencia, al tiempo que trataban de auxiliar a las víctimas. Casi todas acabaron en el suelo, doloridas, pero la principal preocupación de los afectados y los testigos fue el estado de los bebés. El propio conductor del coche sufrió un ataque de ansiedad al contemplar el desastre que había causado.
Beneyto, preocupada
En pocos minutos, el lugar del siniestro se llenó de policías locales y nacionales. Hasta allí se desplazaron cuatro ambulancias, dos del SAMU y otras dos de Soporte Vital Básico (SVB). La propia directora del Palau de la Música, al enterarse del accidente, acudió a interesarse por el estado de sus tres nietos y las dos cuidadoras que los acompañaban.
El personal sanitario examinó a los heridos y los evacuó al Hospital Clínico de Valencia. En una primera inspección, no apreciaron lesiones graves en las víctimas, más allá de «contusiones y algún esguince cervical», destacaron fuentes de Sanidad. El propio concejal de Tráfico, Alfonso Novo, aseguró que, «en principio, no se teme por la vida de ninguno de los atropellados». Al cierre de esta edición, tanto los niños como los adultos permanecían en observación.
La policía no apreció signos de embriaguez ni de consumo de tóxicos en el joven autor del atropello. Según las primeras investigaciones, todo apunta a que perdió el control del potente vehículo porque circulaba a una velocidad inadecuada en un giro.
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