Okupas montan fiestas en las casas que Cultura expropió para el IVAM

«Este jueves te quedarás flipando en 'El Antro', siempre gratis. En Beneficencia, 23. El Karmen». Aunque parezca el anuncio de un local de moda, no lo es. Se trata de la convocatoria de una fiesta de okupas anunciada mediante pancartas para esta pasada madrugada y que tenía como escenario las casas que la Conselleria de Cultura expropió para ampliar el edificio del IVAM, un proyecto que sigue atrapado por el proceso administrativo y a la espera de financiación.

Los vecinos de las calles Beneficencia y Ripalda llevan seis meses sufriendo las consecuencias de estas fiestas rave, «que se sabe cuando empiezan, pero no cuando terminan, pero la cosa ya se pasa de castaño oscuro porque ni los policías se atreven a entrar y disolver estas convocatorias ilegales. Nos dicen que denunciemos el caso ante la Generalitat para que esta actúe», según reconoce un joven afectado.

Desde la asociación Amics del Carme se muestran muy críticos con la situación y su portavoz, Toni Cassola, explica que estos okupas «se han aprovechado de la desidia de Cultura, que sacó con urgencia de sus casas a los vecinos de la calle Beneficencia, los expropió porque querían ampliar el IVAM, y ahora resulta que no arranca el proyecto, y permiten que okupas monten fiestas locas, sin pensar en el perjuicio de los vecinos».

Los residentes invitan a «que venga alguien de Cultura y compruebe cualquier día, desde el jueves por la noche hasta el mediodía del domingo, el panorama que tenemos. Hay actuaciones en directo, entran muchas cajas de botes de cerveza y hacen negocio con ello y, cuando se cansan de estar por dentro, salen a la calle y lo llenan todo de vómitos, orines, hacen de vientre y se consume de todo. No hay nada más que ver el nombre que le han puesto al sitio, 'El Antro'».

De jueves a domingo

Como explican desde Amics del Carme, «cada vez que montan una fiesta, acuden más de 200 personas y no hay quien duerma. Por no hablar de cómo queda el barrio al día siguiente. Este no es el modelo del Carmen que queremos».

Cassola apunta que la responsable «de lo que pueda ocurrir en las casas, que son propiedad de Cultura, es la consellera. Y si esta no interviene, tendremos que presentar una denuncia para que sean los juzgados quienes le requieran para que vele por la integridad de su patrimonio y ponga coto a los desórdenes que amenazan, incluso físicamente, al vecindario» .

Pero estas fiestas rave no sólo tienen desesperados a los vecinos, los profesores, padres y alumnos del instituto de Secundaria Barri del Carme, ya no saben a quién dirigirse para que alguien corte por lo sano el tema. «Llegas los lunes al centro, y te encuentras cristales rotos de botellas por todos los lados, todo lleno de orín y malos olores en los accesos al instituto, puesto que estamos justo enfrente. Y es que beben, toman de todo y hacen de todo lo imaginable en las puertas del centro», según explica Juan Manuel González, director del instituto.

Según detalla, «hemos informado con escritos a la Policía Local, Nacional y Autonómica, a Delegación del Gobierno, a Educación y Cultura y nos consta que hubo reunión de inspectores. Nos pusieron policía a la hora del recreo y la salida del colegio, pero hay que erradicar el problema de raíz».

Desde Cultura apuntaron ayer no tener constancia de ninguna denuncia. «Si hay algún problema, lo lógico es que nos lo comuniquen a nosotros». Además, indican que el proyecto de ampliación no está paralizado, sino en trámite administrativo. Desde Policía Local explican que ya intervinieron una vez hace más de medio año. «Se desalojó porque contábamos con una orden judicial. Si hay que volver a intervenir, primero Cultura tendría que volver a pedir otra orden».