El PP de Peñíscola desoye a vecinos y oposición y saca adelante el PGOU

Diez años después de que la Conselleria de Medio Ambiente conminara al Ayuntamiento de Peñíscola a actualizar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1977, el más antiguo de la provincia, el nuevo texto ha visto la luz provisionalmente. En concreto, el documento, ha salido adelante con el voto en solitario del equipo de gobierno popular, que ha decidido no atender las más de 37.000 alegaciones presentadas por los vecinos de la localidad.

De hecho, la sesión de ayer estuvo centrada por las críticas, tanto dentro como fuera del salón de plenos. Así pues, desde Cambio y Progreso denunciaron que «el PGOU se ha tramitado según la LRAU, una norma derogada, lo que obligará a adaptarlo a la legislación vigente».

Por su parte, el portavoz del Bloc, Vicent Castell, señaló que el plan «no beneficiará a la mayoría de los ciudadanos, con lo que es discriminatorio». Así, Castell rechazó que «se insista de nuevo en calificar exclusivamente como proyectos de golf los que se consideraron serían complejos de valor añadido para el turismo». «Más de 600 alegadores de una población que no llega a los 7.000 es una cifra importante a tener en cuenta», indicó.

Al respecto, Jordi Pau, del PSPV, denunció «la desgana» del PP a la hora de escuchar otras propuestas. Según Pau, «el PGOU dice entre otras cosas que el agua de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Peñíscola se destinará a regar dos campos de golf cercanos», por lo que a su juicio «deberían ser los propietarios de estas instalaciones los que pagarán la depuradora o, por lo menos, una cuantía por los excedentes del agua que no utilice el sector público». «El documento aprobado por el PP es inviable, insostenible e irreal», concluyó el edil socialista.

Mientras tanto, decenas de miembros de la asociación vecinal Camí Vell de Peñíscola se concentraban ante las puertas del Consistorio para protestar por la aprobación de un documento que consideran que «afectará negativamente al turismo, al paisaje, a los oficios y cultivos tradicionales y a la cultura local». Así pues, para mostrar su desacuerdo, el colectivo depositó en un ataúd los símbolos de la justicia y la tierra.

Tras un minuto de silencio, los integrantes de Camí Vell subieron con carteles al salón de plenos.

Pese a las críticas, el alcalde del municipio, el popular Andrés Martínez, se mostró satisfecho tras la aprobación de un documento que calificó de «muy importante».

Cabe destacar que el nuevo PGOU de Peñíscola, que viene a sustituir al vigente de 1977, preparará la ciudad para acoger a unos 168.254 habitantes, lo que supondrá un aumento de 65.522 respecto a la capacidad actual de 94.348 vecinos. Las voces contrarias al texto denuncian que la localidad no dispone de recursos hídricos suficientes para dar cabida a tal crecimiento.

Ahora, será la Conselleria de Medio Ambiente y Urbanismo la encargada de estudiar el documento antes de su aprobación definitiva.