El Consell de Cultura lamenta que la fachada del San Pío se caiga a trozos

Abandonado, deteriorado y inacabado. Esa es la situación del Museo San Pío V. Se trata de algo que cualquiera puede comprobar si pasea por sus inmediaciones. Una decadencia que arrastra desde hace décadas, que propicia acusaciones cruzadas entre la administración propietaria (Gobierno central) y gestora (Gobierno autonómico), y que ayer indujo al Consell Valencià de Cultura (CVC) a emitir un comunicado para lamentar un «estado de deterioro de la fachada».

Las grietas y desconchados en la fachada son tan evidentes como peligrosos. En las guías turísticas de la ciudad habrá que introducir pronto la recomendación de acudir al museo con casco de obra porque la fachada se cae a pedazos.

Su reparación está incluida en la V fase de ampliación del Bellas Artes de Valencia, cuyo proyecto de redacción estará concluido el próximo mes de octubre. O no, porque si hay algo relativo en relación al San Pío V es el tiempo, si bien el tema de dinero también es muy variable.

Las partidas presupuestarias aparecen y se demoran de tal forma que el Ministerio de Cultura no concreta al Ejecutivo valenciano cuándo acometerá las reformas, una circunstancia que «lastra la programación de 2011», según fuentes de la Conselleria de Cultura. «Es básico saber de qué estancias se dispondrá el próximo año para poder organizar en ellas las exposiciones. Las muestras no se organizan de un día para otro, sino que se gestan con meses de antelación», apuntaron desde la Conselleria.

La Comisión de Promoción Cultural del CVC se reunió el lunes en sesión ordinaria, y manifestó su preocupación por el «deterioro de la fachada del San Pío V» y lamentó que «hasta 2011, fecha en la que se tiene previsto acometer la V fase de ampliación, no se pueda evitar su estado de abandono».

Para el presidente del órgano consultivo, Santiago Grisolía, «que ha instado a las administraciones a rehabilitar urgentemente la fachada», el museo, «no puede presentarse actualmente a la sociedad como una obra inacabada».

Grisolía recuerda que el museo de Bellas Artes es el «máximo exponente de nuestra cultura», y sugiere un mejor acceso al espacio museístico, puesto que actualmente permanece cerrada la entrada de los jardines de Viveros, según indicó a los miembros de la comisión.

La gestión cultural del museo corresponde a la Conselleria, aunque el recinto es de titularidad estatal. Es competencia del departamento que dirige Trini Miró programar, a través del Consorcio de Museos de la Comunitat, las exposiciones. Sin embargo, el estado del edificio es responsabilidad del Ministerio, que preveía invertir este año un millón y medio en aprobar la intervención en el museo. La actuación se retrasa, al menos, al año próximo.

La institución insistió, además, en la necesidad de aumentar la vigilancia en las inmediaciones del castillo de Sagunto, donde recientemente se produjeron actos vandálicos, y volvió a reclamar una actuación integral que consolide este espacio. Asimismo, la comisión decidió enviar una carta, tanto al ministerio de Cultura como al ayuntamiento de Sagunto, para solicitar una mayor colaboración de ambas administraciones en la recuperación del castillo. Precisamente, hace un mes Grisolía alertó de la falta de refuerzo de vigilancia y, por tanto, «de la fuerte debilidad en la que se sigue encontrando este monumento histórico de más importancia y tradición de la Comunitat».