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M. J. DE FEZ
Domingo, 11 de julio 2010, 03:08
Alrededor de 300 españoles, entre ellos decenas de vecinos de la Comunitat, se han quedado en tierra y con las ilusiones quebradas. Entraron en el aeropuerto de Barajas sonrientes, camino de Sudáfrica para ver la final de hoy, y salieron del mismo aeródromo con el insuficiente consuelo de que podrán ver el encuentro por televisión.
«No veo justo que 450 personas hayan podido viajar. Me gustaría que la empresa me enseñará el listado de gente que compró el billete para saber cuál es la vara de medir, y si realmente yo tenía opciones de irme. Pero no es normal que nos informen de esta situación a dos días que se juegue el partido», lamentó ayer Pascual, uno de los afectados. Al parecer, la razón de este caos reside en un error de cálculo de la FIFA.
El grupo turístico Globalia se vio obligado a cancelar dos de los tres vuelos que tenía previsto fletar ayer rumbo a Johannesburgo con aficionados españoles, debido a que no quedan entradas para la final contra Holanda. Fuentes de la mercantil, que vendió más de 1.000 paquetes que incluían el viaje y el acceso al estadio, explicaron que la FIFA había prometido casi un número ilimitado de entradas, pero finalmente comunicó que ya no quedaba ninguna.
Inmediatamente después, Halcón Viajes y El Corte Inglés, agencias a través de las cuales se pusieron a la venta los paquetes, empezaron a informar a sus clientes de que el viaje quedaba anulado. La empresa devolverá el dinero a los más de 300 afectados. Tanto Halcón Viajes como Globalia se declaran «víctimas» porque los dos aviones que habían alquilado para prestar el servicio se quedaron en tierra.
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