La revelación se llama Arturo Saldivar

Arturo Saldivar, mejicano, debutante en esta feria de Julio salió ayer de la plaza con el marchamo de torero grande. No es que ya lo sea, eso lo dirá el tiempo, pero todo lo que mostró e hizo ayer fue de torero de peso. En su primero le pudo al viento que ya saben lo impertinente que puede llegar a ser para un torero, en su segundo estuvo a la altura de un gran novillo que es la mejor prueba para medir a un torero. En su primero asentó las zapatillas, bajó la mano y aguantó lo que debía aguantar. En su segundo, con una mano y otra, me gustó más cuando apostó a izquierdas, hizo el toreo hondo y largo tal que quisiese demostrar que España le ha entrado en la cabeza. Y en el corazón. Densidad, cercanías y reunión. Ligó los pases, se quedó en el lado del mejor clasicismo y lo trufó todo con los alardes novilleriles propios de quien tiene hambre de gloria. Pinchó a su primero lo que no le privó de una fuerte ovación y le cortó dos orejas al magnifico cuarto, de nombre Bordador premiado justamente con la vuelta al ruedo. Se va de Valencia convertido en toda una revelación. Falta hacia.

Sucedió en la tercera de abono. Se lidiaron novillos de Javier Molina, bien presentados y de excelente juego. Además del cuarto destacó el segundo de profundo y noble embestir. La plaza registró un tercio de entrada y presidió sin problemas Juan Moreno.

Volvía a Valencia El Melenas tras aquella espeluznante cornada de fallas. Puso toda la voluntad del mundo y sus faenas estuvieron cortadas por el mismo patrón: comenzaron mejor que acabaron. Las primeras series tuvieron vibración y apoyo popular y luego, cuando tuvo que tirar de oficio, se le notó su poco torear. Debe cuidar más las formas, eso ayuda a dar mejor imagen. Por cierto, la aparición de un desconocido puntillero fue impropia de plaza de categoría.

El debutante Jesús Chover es torero populista, de quererlo hacer todo y muy animoso. En su presentación se le vio acelerado, lógico, no acabó de cogerle el sitio a los utreros pero nunca se entregó, esa fue su credencial de futuro, se vio claro que quiere ser torero, ahora es cuestión de progresar y de suerte.

Hoy arrancan las corridas de toros, vienen Ponce y Castella nada menos con el prólogo de Pablo Hermoso. Es uno de los platos fuertes del abono y eso debe notarse en la ambientación. Una prueba de fuego para ver como es el pulso de la vieja feria.