La fotografía merece un museo

Cuando Vicente Todolí aterrizó en Londres para dirigir la Tate Modern, los ingleses consideraban la fotografía un asunto menor. Siete años después, el gestor de arte valenciano ha abandonado la dirección de uno de los tres museos más importantes del mundo con la satisfacción de haber logrado que la institución londinense dé a la fotografía la consideración que se merece. Eso mismo quiere el Consell Valencià de Cultura (CVC), que en su reunión de ayer demandó un espacio propio y singular para la fotografía en Valencia.

Al fin y al cabo, fue un valenciano residente en París, Benito Montfort, quien fundó a mitad del siglo XIX la primera sociedad fotográfica europea.

Las primeras pruebas fotográficas en Valencia se realizaron sólo medio año después de que se diese a conocer el invento. De hecho, ya en 1964, la Dirección General de Bellas Artes de Madrid acordó instaurar en Valencia un Museo Nacional de la Fotografía, aunque no había dinero para ello.

Tampoco es que ahora se disponga de mucho capital. Cada euro público tiene más novias que un don juan. No obstante, en el pleno del Consell Valencià de Cultura del mes de julio que se celebró ayer en la sede de la institución se aprobó proponer la creación de un museo de la fotografía valenciana en el que, además, se incluyesen servicios de archivos, conservación y documentación.

Recuperación de material

El museo nacería con el propósito de contribuir a recuperar, conservar y difundir el patrimonio fotográfico de la Comunitat y sus valores artísticos, científicos y sentimentales. Asimismo, en el escrito indica la importancia de recuperar el material fotográfico más antiguo y recomienda una campaña de recuperación y digitalización de dicho material, que debería dirigirse a las instituciones y también a los particulares.

El informe que fundamenta la propuesta subraya que la Comunitat «cuenta con un rico patrimonio fotográfico, disperso entre las colecciones de la Generalitat, las de las Diputaciones, los Ayuntamientos y las colecciones particulares». En este sentido, el CVC destaca «la colección de la Biblioteca Valenciana, formada por clichés antiguos, fotografía antigua sobre papel y postales. También hay que mencionar la colección de la Diputación, la del Ayuntamiento de Valencia y la del Archivo del Reino», así como la del IVAM. Los miembros de la institución consultiva recuerdan que hay fondos fotográficos oficiales «olvidados o arrinconados en oficinas públicas, que no han sido catalogados y que pueden haberse perdido».

Recuerda el Consell que, de crearse un Museo de la Fotografía, no se estaría descubriendo la penicilina. Ya hay precedentes en otras autonomías. Es el caso del Archivo Fotográfico de Madrid, o el Centro Andaluz de la Fotografía. En este sentido, se denuncia la carencia de «un lugar adecuado y con capacidad y medios suficientes, donde deberían tener cabida todas las fotografías de interés para los valencianos, por su valor artístico, histórico, científico o social».

La necesidad de tomar una decisión a la mayor brevedad posible es uno de los asuntos en los que más hincapié se hace desde el Consell Valenciá de Cultura. «Existe una cierta urgencia de recuperación del material más antiguo, que debido a la fragilidad de los soportes podría desaparecer antes de que llegásemos a conocerlo y estudiarlo», advirtieron desde el CVC, que recomendó «una campaña de recuperación y digitalización coordinada por algún organismo».

Presupuesto 2011

El CVC también aprobó el anteproyecto de presupuesto para el próximo ejercicio. En 2011, según se señaló en el pleno de la institución, se prevé una reducción de las partidas económicas destinadas al Consell de un 6,6%, según explicó a los consejeros el secretario del organismo, Jesús Huguet. El CVC lleva dos años trabajando con un presupuesto de algo más de 2 millones. La reducción propuesta para 2011 supondría manejar partidas por valor de algo menos de 1,9 millones, un ahorro cercano a 125.000 euros.

LAS PROVINCIAS demandó ayer una copia de ese anteproyecto de presupuesto de la institución pública que, sin embargo, le fue denegada por fuentes del propio CVC «porque se trata de un documento interno».