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Destellos desde la costa

Los faros de la Comunitat están rodeados de leyendas y sus emplazamientos permiten disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes

PPLL

Lunes, 16 de agosto 2010, 09:37

Las siete maravillas del mundo antiguo incluyen el faro de Alejandría. Pese a que desapareció en el S.XIV a causa de un terremoto, los textos y dibujos escritos sobre él hacen imaginar su majestuosidad. El espejo metálico de su parte superior proyectaba los rayos del sol durante el día, y el reflejo de una gran hoguera durante las noches que se veía a 55 kilómetros. En la actualidad, se calcula que aquella torre podía medir casi 200 metros de altura. Su luz era la primera imagen que los barcos divisaban al acercarse a orillas egipcias.

Sobre los misterios del faro de Alejandría se ha hablado mucho, como también se han relatado miles de historias relacionadas con los faros y sus destellos. Unas leyendas que han llegado a costas de la Comunitat y de las que también son protagonistas sus faros. Alicante, Castellón y Valencia disponen de estas torres marinas que han acompañado a los marineros durante años. Habitados o sin habitar, sus luces continúan teniendo un papel fundamental para los navíos de alta mar. A ello se añade su atractivo turístico, el hecho de que esten localizados en los puntos más altos del litoral valenciano, permite que desde ellos, los visitantes puedan disfrutar de unas vistas espectaculares.

En lo alto de Costa Azahar

A lo largo de la Costa Azahar se pueden divisar varios de estas torres. La playa de El Bovalar, situada en la localidad de Nules, se encuentra dividida por el faro del municipio. Sobre arena gorda y dorada se alza este edificio que se ha convertido en un referente territorial de la zona. Su posición y su altura hacen que sea visible por los navíos desde cualquier punto de la costa. En la actualidad este faro no es visitable, pero decenas de veraneantes se acercan este mes de agosto a observar su belleza arquitectónica. Un paisaje admirable mientras se pasea por la orilla de la playa.

Otro de los puntos clave en estos días estivales es Oropesa del Mar. Los acantilados y las playas mediterráneas han convertido este municipio en uno de los lugares más visitados de la Comunitat. Desde el faro, localizado en el cabo de Oropesa y cerca de la Torre del Rey, pueden observarse las espléndidas vistas de acantilados mientras se disfruta de la brisa del mar. El edificio data del s.XIX y es uno de los lugares más admirados del paseo marítimo.

Muy cerca de la zona, en las Islas Columbretes, se emplaza otro faro, ahora, automatizado. Su inauguración supuso la llegada de pescadores y marineros a orillas de las islas. Está situado en la isla grande del parque marítimo-terrestre sobre el archipiélago de origen volcánico.

Nada tiene que envidiar a a los anteriores, el monumento marítimo que emerge de las costas de Peñíscola. Caminando por la ciudad amurallada y el casco antiguo, el viajero se encuentra con la imagen emblemática del faro. Aprovechando la altitud propia del emplazamiento, la torre sólo se levanta escasos metros de la casa familiar en la que está inserta. Esta visión rompe con el tópico del farero solitario que pasa sus días sin compañía. Fue inaugurado en 1899 y su fachada es de color blanco, salvo por algunos detalles de las ventanas, en una búsqueda por asemejarse a los faros tradicionales. En la zona de entrada tiene una plaza con bancos que constituye un magnífico mirador desde el cual observar el mar azul. Es uno de las paradas a realizar cuando se bordean las murallas de la localidad de Peñíscola. Además cuenta con el atractivo de encontrarse de camino a la Casa del Papa Luna, otro de los mayores atractivos de la Costa Azahar.

Futuras actividades

Por su parte, las aguas de Alicante también están guiadas por bonitos faros costeros. En esta provincia, tres de las seis torres siguen estando habitados por fareros, es decir, por personas que se encargan de su uso y viven en ellos. Este es el caso del faro del municipio de Santa Pola que cuenta con unos 15 metros de altura y está hecho de piedra sobre una antigua torre romana. Se construyó en 1858 y es complementario al faro de la Isla de Tabarca, que es un poco más pequeño con una altura de 12 metros. Según estudios, la contrucción de esta segunda torre marítima empezó a pensarse en 1850. Debido a la poca altura de la ínsula, decenas de navíos naufragaban en sus cotas por la escasa visibilidad lo que hizo necesario el alzamiento de un faro. Ahora está declarada Bien de Interés Cultural. Desafortunadamente, ninguno de estos dos faros es visitable, pero desde ellos se puede disfrutar de vistas panorámicas difíciles de obtener en otro punto de las costas valencianas. Por otro lado, no se descarta que en un futuro puedan acoger actividades abiertas al público, siempre y cuando no estorben la finalidad del faro y sus usos rutinarios.

Este es el caso del faro de Punta Albir, perteneciente al L'Alfàs del Pi. El ayuntamiento de la localidad está interesado en la creación de un centro de interpretación de la naturaleza en sus instalaciones. El proyecto aprovecharía el enclave privilegiado en el que se encuentra la edificación, muy cercana al parque natural de Serra Gelada. Este faro es uno de los que se encuentran deshabitados en Alicante. No obstante, pese a que todavía no se encuentra abierto al público, el faro de Punta Albir dispone de un mirador desde el cual divisar las preciosas calas que rodean la Costa Blanca. Además, fue declarado Bien de Interés Turístico en 1985.

Ubicado en el extremo sur del golfo de Valencia, en Jávea, el faro del cabo de la Nao dispone de una torre octogonal que se alza 122 metros y de 20 metro sobre tierra. Su luz tiene un alcance de 23 millas náuticas y está habitado por un farero. Los alrededores de esta edificación son especialmente bonitos y desde ellos pueden apreciarse los acantilados y las calas que envuelven la Costa Blanca. Sin duda es una de las vistas más espectaculares que pueden encontrarse en la Comunitat. Los visitantes también disponen de bares y restaurantes por la zona donde tomarse una copa, comer o cenar a la luz de la torre y con el horizonte infinito ante sus ojos. De día o de noche, las vistas desde este famoso cabo resultan inolvidables para el que las ha visto. La inmensidad del mar Mediterráneo ante los ojos del viajero.

Llegando a la capital valenciana, es conocido en faro de Cullera, construido en el lugar conocido como Punta del Faro. Es junto con el faro de Canet d'en Berenguer, uno de los dos faros que existen en todo el litoral de la provincia de Valencia. A los pies de la torre marítima de Cullera, se encuentra la playa del Faro, muy concurrida en los veranos por los turistas. Consta de 140 metros de longitud y 18 de anchura de arena dorada.

El segundo de los faros valencianos, el de Canet d'En Berenguer, tiene como peculiaridad que está más alejado de la costa y se encuentra rodeado de una zona urbanizada. Está a unos metros del primer metro de playa de Canet, pero debido a su altura es apreciable a distancia desde el mar. A diferencia de otros, desde los pies de la torre no se pueden apreciar grandes vistas, únicamente su altura y arquitectura. En la zona que envuelve la torre suelen haber muchas actividades en época estival, además de restaurantes, bares y otros lugares de ocio.

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