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Clara informando sobre uno de los vinos sobre la barca de la Albufera :: LP
En la Albufera en compañía de Selene
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En la Albufera en compañía de Selene

Nada mejor para disfrutrar de una puesta de sol o de una noche de luna llena que un barco y una buena copa de vino

PPLL

Sábado, 21 de agosto 2010, 02:18

Una barca sobre la Albufera que se acompaña sólo por la luz de la luna llena. El plan pinta bien. Todavía más si se le añade una exquisita cata de vinos en copas de cristal acompañada de un tentempié.

Este es uno de los planes que ofrece Caperucita Paseos Gastronómicos. Como suena. La empresa empieza siendo original desde su nombre. Su objetivo es deleitar a sus clientes con la Albufera, un tesoro paisajístico valenciano. No hay mejor manera de disfrutar de él que acompañándose de un buen caldo de la tierra y saciando el apetito con unos canapés.

Las excursiones han sido bautizadas como 'Cata de lunas'. Sólo se organizan una vez al mes, en las noches de luna llena. Por ello hay que ser previsor y reservar plaza con tiempo en la barca, pues sólo hay una oportunidad al mes de vivir esta experiencia. Para zarpar es necesario organizar a un grupo con un mínimo de ocho personas. Clara Ruiz es la restauradora a la que se le ocurrió la brillante idea de aprovechar este paisaje para presentar algunos vinos valencianos. Ella acompaña a los visitantes en cada viaje.

Vinos de la tierra

La noche mágica empieza con la llegada de los tripulantes al embarcadero. Allí les esperan Rosa y Tonet, los expertos barqueros que conocen bien esas aguas. Juntos zarpan por la Albufera y, después de haber navegado unos minutos, se paran en mitad del paraje natural. Sólo la luz de la luna y algún farolillo ilumina la escena. Una imagen idílica tantas veces imaginada al leer la novela 'Cañas y barro' de Blasco Ibañez.

Es en ese momento, cuando Clara saca las copas de cristal, la mesa y empieza la cata. No se puede pedir más al momento. A la hora de presentar los vinos, la restauradora tienes sus favoritos. Eso sí, todos tienen que ser de la Comunitat. De la denominación de origen Utiel-Requena elige Mestizaje de la bodega Mustiguillo, un vino de crianza de color cereza picota intenso, con ribetes violáceos. Y de la misma zona se queda con Labor de Almadeque de la bodega Finca de San Blas.

Dentro de la denominación Valencia se queda con los caldos de la bodega Rafael Cambra, especializada en tintos. Y cuando busca un vino blanco elige Verdeval de Vins del Comtat, para cuya elaboración se utiliza moscatel de Alejandría procedente del Cabo de la Nao. Para la cata, la restauradora utiliza copas de cristal y enfriadores. Todo un lujo sobre la Albufera. Al llegar al picoteo, Caperucita Paseos Gastronómicos trabaja junto al restaurante El peix Daurat que se encarga del catering. Con sus delicias, la velada resulta inmejorable.

Ya que es difícil tener lugar en esa noche de luna llena que llegará el próximo martes, la empresa también organiza el mismo trayecto pero al atardecer. La luz de la puesta de sol en verano es espectacular en aguas de La Albufera. Se forman grupos todos los días de la semana y a cualquier hora, aunque Clara recomienda estas horas en especial por la belleza del contexto.

Más allá de una aburrida muestra de vinos, los que este proyecto pretende es hacer pasar un rato divertido. Desde turistas hasta valencianos han disfrutado de esta preciosa visión. Algunos grupos vienen formados de antes, como pandas de amigos que van a celebrar un cumpleaños o un aniversario. En otras ocasiones, Caperucita Paseos Gastronómicos ha celebrado eventos matrimoniales especiales. Una vez realizó un recorrido a los familiares de una pareja de novios recién casados en conmemoración a su boda.

Tras un momento de estas características, se hace difícil la vuelta a la ciudad.

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