«Es un logro que la séptima etapa tenga su paso y la meta en Orihuela»

Nació hace 85 años para ser un icono del ciclismo. Su brillante memoria hace un recorrido por su extenso palmarés, repleto de éxitos, con 66 victorias cosechadas entre 1945 y 1958. Este conquistador de kilómetros a golpe de pedal, fue el primer español en subir al podio francés, y fue un ídolo de masas para los aficionados a este deporte en plena posguerra. El viernes revivirá sus emociones como ciclista en su Orihuela natal junto a su amigo Perico Delgado.

- ¿Cuándo empieza a interesarse por el ciclismo?

- Desde que era un niño he montado en bicicleta, ya que era el medio más utilizado para trabajar y en una jornada podía recorrer alrededor de 40 kilómetros. Cuando tenía 16 años se organizó una carrera en Orihuela y yo no dudé en ponerme a prueba. La cuestión es que fui más veloz que el resto y llegué el primero a la meta. Este hecho me animó a competir en otras carreras por la Vega Baja, la Comunidad Valenciana y Murcia y de esta manera me involucré en el ciclismo profesional.

- ¿Era consciente de los éxitos que le esperaban?

- No. Yo sólo tenía ilusión de correr en bicicleta y disfrutar del recorrido, ya que para mí era una afición porque trabajaba en la agricultura. Después de dos años y ganar en dos ocasiones la Vuelta Valencia, en 1945 un señor me propuso correr en Jumilla y en otras localidades con el fin de participar en la Vuelta a España con el dorsal 51. Los comienzos eran difíciles porque no era un deporte muy recompensado económicamente en España, aunque sí en Francia e Italia, y además pasaba muchos días lejos de mi familia.

- ¿Qué significó para usted subir al podio galo en 1952?

- Fue agradable, pero en aquella época no se le daba la importancia de hoy. Era más gratificante y valioso ganar etapas que quedar tercero en la clasificación, y yo conseguí dos etapas en el Tour de 1951 y fui el primer español en ganar una etapa en el Giro en 1955.

- De todos sus triunfos, ¿cuál destacaría por su valor especial?

- La Vuelta Cataluña del año 1945, que la gané con 20 años, y el circuito de Pamplona de 1958 por el carácter inesperado, la dureza de la carrera y porque dos días más tarde fui campeón de España de Montaña en Estella. Recuerdo que reinaba el frío, la lluvia y la nieve, los ciclistas no estaban por la labor de correr y muchos se retiraron, pero yo me lancé y conseguí llegar el primero en ambas carreras.

- ¿Cuándo llegó el momento de la retirada?

- Después de 14 temporadas de trabajo en la bicicleta, una caída que me hizo abandonar, pensé que lo mejor era retirarme. Pero no me he alejado nunca del ciclismo porque durante un tiempo permanecí como director deportivo y regenté un negocio de bicicletas y motos en Orihuela.

- ¿Ha cambiado el ciclismo?

- El ciclismo de hoy dista mucho de los años cincuenta, como la calzada, el recorrido de las carreras, la equipación, los controles y las rutinas de entrenamiento. Antes, se requería más sacrificio y la meta se concluía en un pabellón dada la importancia de los velódromos. Además, se carecía de patrocinadores y los ciclistas debían solventar los imprevistos que surgían en la bicicleta, como los pinchazos. Ahora el corredor tiene un gran equipo detrás de él, una logística envidiable y las carreras se vuelven hasta monótonas.

- Fue el vencedor de la Vuelta Ciclista a España en 1948, ¿cómo va a vivir la etapa a su paso por Orihuela y la Vega Baja?

- Con mucha alegría. Es una satisfacción que recorra nuestras calles y los municipios de la comarca. Será interesante el tramo del pantano de Torremendo y la llegada a meta en la Estación Intermodal oriolana.No tengo ningún preferido para esta Vuelta, ya que Alberto Contador no correrá, pero pienso que pueden destacar los corredores Sánchez León y Andy Schleck.