Secciones
Servicios
Destacamos
MARINA GORDILLO
Domingo, 5 de septiembre 2010, 13:26
La irrupción de Antoni Asunción en la escena política ha revolucionado Blanquerías. Cuando Jorge Alarte y Ximo Puig daban por superadas sus diferencias y el secretario general del PSPV se encontraba con un camino despejado hacia la candidatura a la Generalitat, llega el ex ministro y le pone una piedra.
Pero el número uno de la lista a Les Corts no es la única incógnita que los socialistas valencianos tienen que despejar de cara a las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2011; ni siquiera la más urgente a juzgar por las encuestas (del PP, pero también externas). La formación todavía debe resolver quiénes serán los cabezas de cartel en los puntos clave de la Comunitat evitando al máximo los enfrentamientos internos.
El primer campo de batalla es la ciudad de Valencia. La ex ministra Carmen Alborch se quedó muy lejos de las expectativas en las elecciones de 2007. El Senado ha sido su refugio en estos tres largos años en los que su labor como portavoz de la oposición en el Ayuntamiento ha registrado una notable y progresiva mejoría. Sobre todo desde que se notó arropada por la nueva ejecutiva local que dirige Salvador Broseta.
Aún así, para Alarte no ha sido fácil convencerla de que repita como candidata a la alcaldía y se vuelva a medir con el huracán político que es Rita Barberá. Y es que la alcaldesa de Valencia, que en primavera cumplirá 20 años con la vara de mando, arrasa en todos los barrios de la ciudad y acrecienta la distancia con el PSPV en cada cita electoral. Incluso, en los últimos comicios la desaparición de EU le permitió al PP obtener el mejor resultado de su historia. Ante este panorama, no es de extrañar que ningún candidato socialista haya llegado a una segunda vuelta. Alborch será la primera de la formación en repetir cartel desde el ex alcalde Ricard Pérez Casado.
Presiones en Valencia
No obstante, a estas alturas Alborch no tiene todas las garantías de que el suyo vaya a ser un camino de rosas. La composición familiar en la ciudad está más atomizada que en el conjunto de la Comunitat, y sectores como los Volem i Podem, FSP o Izquierda Socialista, o incluso lermistas no satisfechos con el acuerdo Puig-Alarte, podrían dar la campanada con lo que se conoce ya como 'hacer un Asunción': presentar una candidatura, aunque sólo sea por marear, y que pase lo que tenga que pasar.
Además esta semana puede que vuelva a la carga Francesc Romeu, quien en su día quiso ser secretario general del PSPV y se quedó como número dos de la candidatura de Ximo Puig. Sus colaboradores tienen pendiente un encuentro, aunque en el entorno de Alarte no creen que el actual directivo de Adif quiera arriesgar su puesto, que depende del ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Y, aparentemente, menos aún si ayer mismo tomó la palabra en el Comité Nacional de los socialistas valencianos para dar públicamente su apoyo al secretario general como candidato a la Generalitat.
Más allá de la capital, el siguiente problema con el que se topará Alarte en cuanto ponga un pie fuera de Blanquerías es el otrora 'cinturón rojo' de la provincia de Valencia. Los gobiernos socialistas en los municipios del área metropolitana y de las comarcas de l'Horta sufrieron un duro revés en las últimas elecciones. El PSPV perdió localidades tan importantes como Torrent y Paterna. Y la situación interna del partido en estos enclaves está dificultando el ascenso de una candidatura con posibilidades de consolidarse, aunque sea de cara a los comicios de 2015.
Asunto: renovación
En Torrent la duda está entre volver al pasado con Jesús Ros, valor seguro para los socialistas, o arriesgar con una concejala joven que contrarreste el 'efecto María José Catalá'. La primera opción está alimentada por un nutrido grupo de militantes nostálgicos del ex alcalde y diputado en Les Corts, pero la dirección del PSPV no está por la labor de «echar a un grande a los leones». La pérdida del Gobierno local por parte de José Bresó no fue una gran sorpresa en el partido, y aunque la joven alcaldesa popular también está teniendo algunas dificultades para consolidar su proyecto, los socialistas no confían en el portavoz, Jesús Veiga, y se inclinan por una candidatura a largo plazo.
En cualquier caso, Blanquerías intentará evitar las primarias en esta localidad, así como en Paterna, donde el fallecimiento de Francesc Borruey hace dos años dejó a la formación local huérfana de un referente. El partido quiere superar la etapa del ex alcalde (lo que incluye a su hija, Sonia Borruey) y se debate entre dos concejalas también jóvenes. Echando un vistazo al grupo socialista en el Ayuntamiento, las posibilidades se reducen a Elena Laguna y Marta Benlloch. La primera, número dos de la lista en 2007 y diputada provincial, no se identifica en principio con la simpatía de Alarte ni con la ejecutiva local. La segunda ya estuvo en el anterior equipo de Gobierno municipal.
Un poco más al norte, la candidatura en Sagunto también presenta dificultades para el PSPV. Tras la destitución de la portavoz y ex alcaldesa Gloria Calero, y la sustitución de la ejecutiva local por una gestora, los ánimos están muy encontrados en la localidad. De momento el ex secretario general Manuel Carbó y el actual portavoz municipal, José Luis Chover, han sugerido su voluntad de encabezar la lista, lo que apunta seguramente a un proceso de primarias que no ayudaría mucho a la estabilidad de la formación en la ciudad.
En el resto de enclaves estratégicos de la provincia, la línea general es que los alcaldes repitan como candidatos. Así, en Gandia, donde José Manuel Orengo lleva varias legislaturas a sus espaldas, no se esperan sorpresas a pesar de que el primer edil ha sido muy crítico tanto con Alarte como con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero ante la posibilidad de que el PP alcance, o incluso supere a los socialistas, el PSPV no contempla ahora ninguna opción mejor.
Además, Orengo es uno de los principales aliados de Puig en la provincia, y se ha mantenido leal al último posicionamiento del alcalde de Morella al lado del liderazgo de Alarte. No cabría un castigo.
No obstante, a la directriz sobre los alcaldes también habrá excepciones. Por ejemplo en Burjassot, donde el primer edil, José Luis Andrés Chavarrías, ha dado voluntariamente paso al relevo generacional del que ha hecho bandera el secretario general del PSPV. El dirigente provincial Rafael García tomará las riendas de un municipio históricamente afecto al puño y la rosa. El giro en esta ciudad será a nivel interno, ya que el Gobierno local pasará de estar dirigido por un socialista histórico que se podía permitir ir por libre en ocasiones, a formar parte del cordón 'oficial' que está estableciendo la secretaria provincia y alcaldesa de Quart, Carmen Martínez.
Entre interrogantes se encuentra de momento Silla, donde en principio, según la postura de Blanquerías, Francesc Baixauli no encontraría obstáculos para intentar de revalidar el mando. Aunque la dirección socialista, molesta con su insistencia con las primarias y su seguidismo al primer candidato alternativo que pase, se escuda en la ausencia de un pronunciamiento claro de la voluntad del alcalde para mantenerlo en la indefinición.
Oposición en Benidorm
La provincia de Alicante proyecta un escenario igual de complejo o más, empezando por la capital. Mención aparte merecería el Ayuntamiento de Benidorm, del que Blanquerías insiste en desvincularse mientras la dirección federal no se pronuncie sobre la posibilidad de que el alcalde, Agustín Navarro, y los otros doce concejales (entre ellos Maite Iraola, la madre de Leire Pajín) puedan reingresar en las filas socialistas, militancia que tuvieron que abandonar para llevar a cabo una moción de censura apoyada en un tránsfuga. De momento, el proceso de elección del candidato será el mismo que en los municipios donde no gobiernan.
Al margen de Benidorm, el principal enfrentamiento se vivirá en Alcoi. El secretario general, Toni Francés, y el portavoz municipal, Carles Esteve, pugnarán por la candidatura sin haber logrado poner orden en una agrupación local muchos años dividida.
Al menos, los socialistas valencianos tienen claras las candidaturas de Sant Vicent del Raspeig, donde Rufino Selva volverá a intentar derrotar al PP; Orihuela, donde Antonia Moreno (que también repite como aspirante a la alcaldía) se encomendará al desgaste que provoque en la alcaldesa, Mónica Lorente, el 'caso Brugal', y Torrevieja, donde el secretario general local, Ángel Sáez, vigila muy de cerca a un grupo municipal que ha caído en desgracia. Además, claro está, de Elche, donde Alejandro Soler intentará mantener la principal ciudad de la Comunitat gobernada por el PSPV. No lo tendrá fácil.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.