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LOLA SORIANO
Martes, 7 de septiembre 2010, 18:53
La antigua estacioneta del tranvía de Nazaret, un edificio protegido y declarado Bien de Relevancia Local, agoniza entre basura, chatarra e indigentes junto al lecho del antiguo cauce del Turia. Mientras otras estaciones, como la de Pont de Fusta, Jesús y Marxalenes, se muestran ahora al público en todo su esplendor, este monumento ferroviario está corriendo peor suerte. «Está todo lleno de gente marginal que lo ha ocupado ilegalmente. ¿No es una pena que un edificio casi centenario y que forma parte de la historia del ferrocarril se deje perder?», se pregunta A. B., una comerciante de Nazaret.
La imagen de miseria de la antigua estacioneta -situada junto al puente de Astilleros- se traduce en restos de basura abrasada; carros de supermercados repletos de chatarra; esqueletos inservibles de televisores y colchones mugrientos, algunos de ellos utilizados para taponar los agujeros de las ventanas e impedir que la lluvia o el frío quite el 'calor de hogar'.
Desde la asociación de vecinos Nazaret apuntan que es «la única estación de este tipo que no es propiedad de la compañía de Tranvías y Ferrocarriles. Es de un particular, pero ahora está llena de indigentes. No sabemos ni cuántos hay dentro», indica Julio Moltó, portavoz vecinal.
Los residentes exigen que esta estación se recupere para uso cultural del barrio. «Cuando empezó a proyectarse la línea dos del metro, ahora en obras, tuvimos una reunión con la conselleria de Infraestructuras, donde conseguimos arrancar el compromiso de que parte de la inversión cultural del nuevo trazado del metro se invertiría en esta estación. Ahora queremos que la propuesta no caiga en saco roto y que se conserve un edificio que forma parte de la historia de todos los valencianos», indica Moltó.
Uno de los residentes que sueña con un futuro mejor para este patrimonio ferroviario es Pepe Mínguez, hijo de un antiguo trabajador del tranvía. «El edificio lleva quince o veinte año en mal estado, pero si ahora está ocupado, cualquier día lo queman y será su sentencia. Lo están dejando morir», comenta.
Mínguez vivió desde la década de los 50 hasta los 70 en este recinto que data de 1912. «Si la estación de Jesús es ahora un centro social; la de Pont de Fusta un retén policial y la de Marxalenes, un museo del tren, ¿por qué no vamos a poder rescatar la memoria de Nazaret?», indica este vecino.
Algunos comerciantes de la zona, como Amparo B., comenta que cuando hay grandes eventos, «vienen agentes y lo desalojan, pero al poco tiempo, vuelven a entrar. Una de las veces que estuvo ocupada, los indigentes tenían hasta parabólica y tienen hasta estufas porque se enganchan a la luz de la calle».
«Menuda tribu hay ahí metida. Cogen la luz, está todo lleno de garrafas de agua y mucha manga ancha. A ver si hacen algo», añaden Trini y Enrique Pérez, residentes en la zona. «Está hasta arriba de basura y es un peligro. A mí hace poco que me han entrado a robar, no sé si habrán sido ellos porque no los he pillado, pero no tenemos seguridad», afirma Carmen, otra vecina de la calle Mayor de Nazaret.
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