La escultura en espiral del cubano José Villa se abre paso en el IVAM

Por las influencias clásicas, quizá, y por ser un autor que firma esculturas que salpican escenarios urbanos de todo el mundo, la obra del cubano José Villa que se expone en el IVAM hasta el 24 de octubre tiene algo de familiar. Sorprende y a la vez reconcilia al espectador con una abstracción escultórica que ha marcado el siglo XX.

Y eso que las trece piezas que conforman 'Inmutabilitas' suponen los primeros trabajos en 'pequeño formato' (muchas de ellas de varios metros de alto y ancho) de Villa. Obras para jardines de un escultor acostumbrado a llenar plazas con enormes dimensiones de piedra o acero. Es precisamente el metal la materia prima que predomina en una exposición, la del IVAM, para la que el artista cubano ha realizado algunas piezas 'ex profeso'.

El autor rescata la tradición latina y mediterránea de las grecas para elaborar espirales y formas geométricas que invitan a la vez al espectador a «mirar hacia su interior y también a salir fuera», según ha explicado en rueda de prensa el comisario de la muestra, Facundo Tomás. La espiral sirve de metáfora de la mirada de Villa y de cómo se relaciona el ser humano con elementos internos del hombre y factores externos, espirales de las que es imposible precisar cuál es su principio y su final.

Preguntado por si en Cuba siente que hay libertad para crear, Villa manifestó que en su caso sí ha contado con ella y explicó que su escultura es «eminentemente una reflexión estética». Al respecto, Facundo Tomás consideró que en el ámbito de la creación sí hay libertad en la isla caribeña. «Es como aquí: no se puede meter uno con Fidel Castro, pero aquí tampoco se puede con el Rey; no se puede atacar a la bandera, igual que aquí», planteó el comisario.