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PACO MORENO
Lunes, 13 de septiembre 2010, 15:32
Una reunión con los responsables de Valenbisi, asociaciones de ciclistas y hasta cualquier colectivo de patinadores que haya en la ciudad. Ese es el propósito de la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta. En los últimos meses han aumentado las quejas en todos los barrios por la circulación ya habitual de ciclistas por las aceras, espacio teóricamente reservado para los peatones.
Broseta comentó que la puesta en marcha del servicio de préstamo de bicis agravará las protestas, por lo que pretende hablar con empresas y entidades «para llegar a propuestas comunes que trasladar al Ayuntamiento».
La nueva ordenanza de Tráfico, en vigor desde junio de este año, prevé cuestiones como la señalización de calles peatonales y jardines por donde puedan circular los ciclistas, así como toda una batería de requisitos para ir por la calzada o el carril bici.
La impresión de las asociaciones vecinales es que poco de esto se ha aplicado. Sólo por citar el ejemplo de Valenbisi, la primera fase prevé 150 paradas repartidas por el centro y buena parte de la periferia de la ciudad, es decir, un aumento sensible de este medio de transporte.
Broseta opinó que también es necesaria una campaña de concienciación. «Los conductores deben acostumbrarse a respetar la velocidad de los ciclistas y no hacer maniobras arriesgadas. De lo contrario, estos acaban yendo por las aceras molestando a los peatones».
La normativa establece que la primera opción debe ser siempre el carril bici y en aquellas zonas donde no haya se debe circular por la calzada, nunca por la acera. El riesgo de accidente de tráfico, este fin de semana hubo un atropello mortal en la avenida Peris y Valero sin ir más lejos, hace que la mayoría de los ciclistas prefieran el espacio reservado a los viandantes.
La asociación Amigos de la Movilidad Urbana se mostró crítica ayer con la red de carril bici. A preguntas de LAS PROVINCIAS su portavoz, Ignacio Andrés, destacó el contraste que existe en el distrito que se puede beneficiar más de este medio de transporte alternativo. Ciutat Vella contabiliza sólo el 11% de los 72 kilómetros de la red.
«La mayor parte de estos tramos fueron los primeros que se realizaron y eso ocurrió en el periodo del gobierno municipal socialista», dijo para añadir que en la actualidad no hay «un circuito cerrado dentro del distrito, y eso que para trayectos de hasta cinco kilómetros, la bicicleta se ha demostrado como el medio de transporte idóneo».
Andrés añadió que la mayoría de carriles bici «están diseñados para una única dirección». Aseguró que al menos deberían tener 1,50 metros de anchura y que ha llegado a medir tramos de hasta 70 centímetros en la calle Santa Amalia, junto a la estación de Pont de Fusta. «Sin una infraestructura adecuada, estamos haciendo la casa por el tejado y obligamos a los ciclistas que circulen por las aceras», finalizó.
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