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LUCÍA RONDA
Miércoles, 15 de septiembre 2010, 12:33
El pasado mes de junio, el alcalde de Xàbia, Eduardo Monfort, decía de pasada en una junta general de Amjasa que se estaba estudiando desenchufar la desalinizadora unas horas al día para reducir gastos. En realidad, la empresa de aguas hacía dos meses que había empezado con los parones programados en la producción de una planta que no está diseñada para sufrir ceses y arranques diarios.
Se iniciaron el 12 de abril. En un primer momento, la desaladora dejaba de funcionar durante cuatro horas cada jornada, pero a principios de mayo ya estaba en off la tercera parte del día. Este periodo experimental duró un mes y medio y aunque no ha trascendido si Amjasa ha logrado ahorrar con la medida en las facturas de luz, sí se sabe que le ha salido muy caro en otros aspectos relativos al mantenimiento de la infraestructura.
En concreto, se ha tenido que sustituir más de un centenar de las membranas que los bastidores de la desalinizadora precisa para funcionar correctamente. O lo que es lo mismo, el 16'61% del material que la empresa tenía en stock, por lo que ahora se calcula que si se mantiene la temporada del parar y arrancar sólo quedan piezas para nueve meses.
Por todo ello, desde el departamento técnico de la empresa de aguas públicas se aconseja que no se repitan estos paros diarios en los bastidores o se acabarán las reservas. Así pues, la firma Amjasa deberá buscar otra solución para recortar los gastos que le han llevado a cerrar en números rojos el último balance de cuentas.
En la última junta general, tanto el ejecutivo como el interventor ya dejaron caer que lo más fácil y efectivo es la subida de las tarifas puesto que el agua es un bien de primera necesidad y aunque se encarezca, los vecinos de Xàbia se ven abocados a seguir comprándolo. La impresión que quedó en esa reunión es que el gobierno local tiene claro que es una decisión antipopular que debe tomarse tarde o temprano, pero que quieren retrasar hasta después de las elecciones.
Y mientras, la empresa pública sigue necesitando una inyección económica constante para mejorar una red de abastecimiento que, en algunos puntos, arrastra problemas graves. Pese a que el Ayuntamiento destinó gran parte del último Plan E a las necesidades de Amjasa, el departamento técnico de la mercantil ya ha elaborado un nuevo listado de obras que suben a más de dos millones de euros y que «no deben demorarse más dada la precariedad de las conducciones» .
Entre ellas, la más cara es la mejora de las conducciones en Cabanes y Barranqueres (un tramo entre el pozo de Rompudetes y la Rana), además de otras en la carretera del Portitxol, un by pass en la elevación Iryda o un tramo de conducción en la avenida Mediterráneo y otras 22 de carácter menor.
Otro proyecto que Amjasa considera urgente es renovar dos tramos de «frecuentes averías», uno desde la estación de bombeo del Portitxol hasta la Cruz y el otro desde ese mismo punto hasta el camí de la Torre. Eso sí, la firma pública asume que para cumplir estos necesarios proyectos debe recurrir necesariamente a «fondos externos» y financiación a largo plazo.
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