El robo del cuadro de Sorolla sigue sin resolverse cinco meses después

Una persona se acerca al punto ciego de la Casa Museo Benlliure donde estaba situado 'El santero de la cofradía', de Joaquín Sorolla. La persona desaparece de la imagen, y cuando vuelve a aparecer, un bulto se insinúa debajo de una chaqueta. «Redondo y con asas», aseguran fuentes conocedoras de la investigación de un robo que sigue sin resolverse más de cinco meses después de que se hiciese pública la desaparición.

Desde el Ayuntamiento de Valencia aseguran no conocer la situación de la investigación y remiten a la Policía para obtener algún detalle de una desaparición que se prolonga, al menos, cinco meses y medio, 167 días. Desde la Jefatura Superior de Policía se indicó ayer que la operación «continúa», pero se evitó dar detalles sobre las pesquisas policiales «para que la investigación culmine con éxito».

Las esperanzas policiales de un final feliz se siembran en terrenos baldíos, a tenor del ánimo expresado ayer por Juan Soto, concejal del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia. «El anuncio de que el robo se iba a resolver pronto era una falacia. Se dijo que las imágenes estaban claras, lo que permitía localizar al autor, que sólo había dudas entre dos personas, pero se trata de una hipótesis fallida», resumió Soto.

El pasado 9 de abril se comunicó el robo. Sólo 16 personas visitaron la Casa Museo Benlliure durante el día previo a la detección del suceso, según fuentes municipales.

El material que maneja la Policía no permite certificar el momento en que se descuelga ilegalmente el cuadro. La obra de Joaquín Sorolla estaba situada en un punto ciego, un lugar inaccesible para las cámaras instaladas en el recinto. Sin embargo, ¿cuántos, de los escasos visitantes que acudieron a la Casa Museo Benlliure, se internan en esa conflictiva zona invisible para las cámaras? «Habas contadas», según las fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS.

No es un robo de película

El cuadro desaparecido no aparece en manos de nadie, pero las personas y los movimientos producidos dentro del museo quedaron registrados, lo que permite constatar a las mencionadas fuentes que el robo «no es de película»; es decir, ni se realiza mediante sofisticadas maniobras de aproximación y distracción, ni se trata de bandas enmascaradas y misteriosas integradas por sesudos y metódicos atracadores.

No se trata, por tanto, de un robo realizado al estilo 'Rififi', la cinta francesa de 1955 convertida en un clásico del cine negro y en precursora de películas de minuciosos robos preparados al detalle y ejecutados sin dejar rastro.

El caso de la sustracción del Sorolla parece realizada, más bien, en plan 'Rufufú', la comedia italiana que parodiaba a la banda de atracadores protagonistas de la película francesa a través del relato de las andanzas de un grupo de ladrones de barrio.

A quien lo sustrajo y se fue, con el objeto robado abultando bajo la ropa, sólo le faltó saludar a las cámaras. En las imágenes registradas hay indicios suficientes, según fuentes cercanas a la investigación, actitudes sospechosas que permiten deducir qué paso y quién pasó por el lugar del robo, si bien es cierto que el dichoso momento de la sustracción no quedó registrado. 'El santero de la cofradía' tiene un valor superior a los 6.000 euros, la cantidad estimada inicialmente, y fue sustraído a pesar de que en la Casa Benlliure había piezas más cotizadas. Sin embargo, la tabla desaparecida es de formato reducido, lo que permitiría ocultarla con facilidad... de no ser por las cámaras

Desde el principio se descartó una venta posterior en el mercado público. Las casas de subastas someten a las obras de arte a una criba policial previa a la puja. El catedrático de Historia del Arte, Felipe Garín, comentó en el momento en que se conoció el robo que la pieza «tiene difícil salida en el mercado» no sólo porque la Policía Nacional está detrás de ella, sino porque los verdaderos amantes del arte no desean obras 'tocadas' por los ladrones. Cinco meses y medio después, pasó la primavera, se fue el verano, empieza el otoño, y la obra sigue sin aparecer.