«Al ser la última, había perdido toda esperanza»

Arantxa ha visto cumplida una de sus ilusiones al estar en la corte de honor, por eso si la alcaldesa no la llama por teléfono para nombrarla fallera mayor de Valencia, no pasará nada, y dice: «Tengo un puesto fijo en la corte, que es un privilegio».

-¿Estar en la corte era una meta?

-Más que una meta era un sueño que he tenido desde pequeña.

-¿Qué cualidades cree que debe adornar la personalidad de la fallera mayor de Valencia?

-Sentirse muy fallera, haber vivido intensamente la fiesta y, sobre todo, ser una persona prudente.

-En La Fonteta la nombraron la última, ¿cómo recuerda ese momento?

-No se puede explicar. Al ser la última ya había perdido toda esperanza y cuando escuche mi nombre, que no me lo esperaba, fue una explosión de sentimientos.

-¿Si no la nombran fallera mayor de Valencia, ¿qué pasaría?

-Nada en absoluto, seguiré siendo de la corte de honor y, sobre todo, muy importante.

-¿Qué color es su preferido en la ropa valenciana?

-El llamado blanco roto.

-¿Quién le aconseja a la hora de elegir la indumentaria valenciana?

-Tengo mi criterio, aunque en ocasiones me dejo aconsejar por la indumentarista.

-Vestirse de valenciana es un rito, ¿quién la ayuda?

-Mi padre y mi hermana.

-¿Y su madre?

-Dice que se pone nerviosa, prefiere observar y aconsejar en ocasiones.

-Una pregunta tópica, ¿tiene novio?

-Sí y es de mi falla.

-¿Sabe que tiene un año duro por delante?

-Lo sabe y lo comprende perfectamente. Él sabe que es mi ilusión y se sacrificará. Nos veremos cuando pueda ser.