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JOAQUÍN BATISTA jbatista@lasprovincias.es
Sábado, 9 de octubre 2010, 03:07
Nuevos nubarrones se ciernen sobre el sector turístico de la Comunitat. Y no se trata únicamente de las probables lluvias torrenciales que pueden marcar el primer periodo vacacional desde que terminó el verano. En realidad, la posibilidad de aprovechar el día del Pilar para hacer puente hasta el martes, al ser festivo nacional, se ha quedado en agua de borrajas para miles de familias de la Comunitat. El motivo es que el lunes ha sido declarado lectivo, lo que en la práctica impedirá a la mayoría la opción de enlazar varios días de fiesta al tener que llevar a los hijos al colegio.
Desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) lamentaban ayer la falta de previsión del Consell para evitar la situación, pues si se hubiera declarado día de fiesta, el puente habría supuesto un espaldarazo, aunque pequeño, para los intereses del sector hostelero, que acaba de salir «del peor verano de la crisis», en palabras del vicepresidente de la entidad, José Palacios.
«Sin duda se habría valorado muy bien que la comisión interdepartamental de las consellerias hubiera tenido en cuenta la posibilidad de declarar el lunes día festivo», dijo Palacios a preguntas de LAS PROVINCIAS. «Habría sido bueno para todos que se hubiera planificado. Al fin y al cabo, el sector turístico se juega mucho y necesita de todos los apoyos», sentenció.
Por regla general, los colegios funcionarán el lunes, si bien habrán excepciones, pues hay casos de municipios que sí declararán el día como festivo para posibilitar que las familias encadenen hasta cuatro jornadas de descanso. Por no hablar de aquellos que obviarán la existencia de un día lectivo para aprovechar todo lo posible.
«Sin duda, el lunes acabará marcando el funcionamiento del puente», concluyó Palacios. «Un día en el que la gente no sale (no consume) supone una gran cantidad de dinero. Además, rompe la previsión de trabajo que hacen los hosteleros, que al final no saben qué va a ocurrir», añadió.
Tradicionalmente, dos son los públicos habituales del puente del Pilar. Se trata de turistas nacionales, fundamentalmente de comunidades limítrofes, y de aficionados al excursionismo, esto es, a la vertiente más rural del sector turístico. A juicio de Palacios, la imposibilidad de encadenar el fin de semana con el principio de la próxima redundará negativamente en este tipo de salidas.
La previsión de los profesionales del sector choca en algunos puntos con las cifras oficiales que maneja la Conselleria de Turismo, si bien es cierto que estas últimas hacen referencia a la ocupación de los hoteles, tanto en el litoral como en el interior. Tal y como avanzó la consellera responsable, Belén Juste, será un 'pseudopuente' flojo en la costa y con algo más de actividad en el interior. Eso sí, siempre que no se tenga en cuenta la variable del tiempo, que al fin y al cabo, es fundamental en caso de lluvias, como recordó Palacios.
Los datos genéricos por provincias establecen que los hoteles del litoral de Castellón prevén una ocupación en torno al 70,2%, una cifra que es más baja en los municipios costeros de Alicante (65%), con la excepción de Benidorm (85%), y casi anecdótica en el caso de la provincia de Valencia, donde se situará en un 39,15%, a falta de los habituales ajustes como consecuencia de las reservas de última hora.
Eso sí, las previsiones varían cuando hacen referencia a un municipio concreto. En el caso de la capital, Turismo Valencia, entidad encargada de la promoción exterior de la ciudad, sitúa la ocupación en un 85% para el fin de semana, una cifra que cae ligeramente para el resto del puente, hasta el 72%. No son datos descabellados, teniendo en cuenta la celebración del 9 d'Octubre, la amplia oferta cultural durante el puente, pues abrirán los museos de la ciudad, y la diferencia de perfil entre el turista de sol y playa y el que opta por visitar entornos urbanos. En el caso concreto de Gandia, uno de los principales municipios turísticos de la provincia de Valencia, la ocupación rondará el 60%, un dato en el que ha influido mucho la amenaza de la lluvia. Eso sí, algunos de los hoteles de primera línea sondeados prevén alcanzar la plena ocupación.
El balance realizado por Belén Juste hacía referencia también al turismo rural, pues se espera «una gran respuesta del producto de interior», una buena alternativa a la oferta tradicional de sol y playa para espacios cortos de tiempo. En este sentido, dijo que para la provincia de Valencia se parte de una ocupación del 90%, dato mucho más elevado que en años anteriores, mientras que en Castellón, zona de especial influencia del turismo de interior, se situará en un 73%.
La campaña estival
Con el final de septiembre ya se ha podido hacer una evaluación de la temporada estival algo más ajustada a la realidad. Aunque no han habido muchas sorpresas respecto a las previsiones iniciales.
«Ha sido una campaña de menos personal, de menos asistencia, con más empresas con dificultades y con menos restaurantes que abrirán una vez terminada la temporada por una cuestión de rentabilidad», señaló Palacios. El vicepresidente de la FEHV destacaba una tendencia curiosa que ha detectado la entidad, pues hay gran cantidad de locales vacíos en los municipios turísticos tras el cierre o el traspaso del negocio. La situación se vive incluso en zonas de primera línea, cuando años atrás era casi imposible encontrar una buena oportunidad para abrir un negocio ante la enorme oferta existente.
Los datos de paro que publica el Ministerio de Trabajo permiten hacerse una idea del impacto que ha tenido el final de la campaña de verano. Sólo en septiembre se han destruido 7.772 empleos en el sector servicios en comparación con agosto, fundamentalmente en la hostelería. De hecho, si no hubiera sido por el mal comportamiento de este sector económico, el paro se habría reducido en la Comunitat.
En julio, el desempleo en los servicios descendió en 5.804 personas, una tendencia que cambió en agosto, con un aumento de 4.295 parados. Esto da a entender que las previsiones realizadas de cara a la campaña estival no se cumplieron, lo que obligó a reducir el personal inicialmente contratado. Septiembre ha confirmado la situación con nuevos aumentos del paro, exactamente, 7.772 personas.
La proximidad de los días festivos sí que tuvo ayer consecuencias en las carreteras valencianas, que sumaron 36 kilómetros de retenciones, especialmente en la A-3 (11 kilómetros en Cheste) y la A-7 (nueve kilómetros en Ribarroja).
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