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REDACCIÓN.
Miércoles, 3 de noviembre 2010, 01:53
El juicio a dos guardias civiles acusados de torturas a un detenido quedó ayer visto para sentencia. Los hechos ocurrieron el 26 de enero de 2008 al ser arrestado un joven cubano tras un hurto en un centro comercial de Alboraya. El vehículo policial tenía micrófonos, que registraron las amenazas, porque uno de los agentes estaba siendo investigado por un asunto de tráfico de drogas. La fiscal pide que los agentes pasen tres años en prisión por un delito de torturas. Mientras, las defensas de los acusados, entre los que figura un vigilante de seguridad, solicitan la nulidad de las escuchas y piden la libre absolución.
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