Riesgo de derrumbe en el San Pío V

Dos de los máximos responsables de la Conselleria de Cultura quisieron ayer, ante la prensa, hacer la prueba del algodón al Museo de Bellas Artes de Valencia. El San Pío V no tiene un pase, como quedó demostrado. Un informe de patologías, en poder del Ministerio de Cultura, demuestra que el torreón este de la fachada principal sufre un claro riesgo de derrumbe. De hecho, el arquitecto responsable del estado de conservación de la pinacoteca impidió a la directora general de Patrimonio, Paz Olmos, el acceso a dicho torreón, que está cerrado al público y no forma parte del recorrido que los visitantes hacen a diario por el museo. Otro de los aspectos más lamentables de la situación del recinto es el estado de los almacenes.

Cientos de obras de arte, más del 75% de los fondos artísticos de la segunda pinacoteca de España se conservan en instalaciones «no homologadas», según Olmos, «impropias de un museo del siglo XXI», y que obligan a los conservadores del San Pío V a redoblar los esfuerzos y a tirar de voluntad propia para preservar el estado de la colección pictórica del Museo de Bellas Artes.

Es cierto que serían pocos los museos, empresas y domicilios privados que lograrían pasar la auditoría de una caterva de inspectores con ganas de bulla; también es cierto que el San Pío V no pasaría un examen de sus instalaciones ni siendo auditadas por Hello Kitty.

Tras la visita y, metafóricamente, enseñar el algodón sucio a la prensa, tanto Olmos como el secretario autonómico de la Conselleria de Cultura, Rafael Miró, exigieron al Ministerio de Cultura que «se replantee la obra» de la ampliación del San Pío V, un museo, que, según Miró, «está en una situación límite, ridícula, absurda, porque el Ministerio lo ha abandonado y descartado, no figura entre sus prioridades, tal y como se puede constatar por su estado actual y por las partidas presupuestarias previstas para los próximos años».

Miró calificó como un 'no encubierto', la idea del Ministerio de invertir el año próximo 350.000 euros para un proyecto de 17 millones de euros, y que en un principio debía culminarse en 2014; sin embargo, según Olmos, «con un ritmo de inversión como el del año próximo, la quinta fase de ampliación y reforma se alargará 40 años».

Desde la Conselleria se demanda al Ministerio que se concreten «anualidades y plazos de ejecución reales», y aseguraron que están dispuestos «a negociar, dada la situación económica actual, pero lo que no vamos a tolerar es que a Málaga se le den 10 millones o se firme otorgar 18 millones en tres años al Museo de Bellas Artes de Sevilla, y que aquí no se aporte ni una cantidad suficiente como para licitar las obras de una vez».

Desde que se diese a conocer el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011, el Ministerio de Cultura no se ha pronunciado en relación al San Pío V; en cualquier caso, eso no quiere decir que el departamento que dirige González Sinde no sepa de los graves problemas, tanto estructurales como de accesos y de almacenamiento que sufre la pinacoteca. Olmos reprodujo ayer las imágenes del informe de patologías que un perito ha elaborado para el Ministerio, que dispone de esos datos y que, no obstante, se muestra poco diligente en asumir el reto de una reforma que se inició en 1986 y que, fragmentada, está pendiente de que se apruebe su quinta fase, que no finalizará, al menos, hasta 2014.