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RAMÓN BERNABEU
Domingo, 7 de noviembre 2010, 01:36
Los conductores que circulen por la A-31 van a encontrarse dentro de poco con una imagen peculiar. Y es que, los vehículos que transiten a la altura de la Colonia Santa Eulalia podrán optar entre llenar el depósito del coche en una gasolinera estándar ya existente, o en una nueva y original estación de servicio en la que, además de repostar o comprar alguna chuchería para el camino, los viajeros tendrán la oportunidad de admirar los rasgos arquitectónicos de un antigua casa señorial que fue construida en los albores del siglo XIX.
Así lo determinó tanto el Ayuntamiento de Sax como la dirección de Patrimonio de la Generalitat a la hora de conceder a la mercantil Cantó y Ferrando S.L. los permisos pertinentes para la instalación de una gasolinera en este punto de la autovía Madrid-Alicante.
Por una vez, las administraciones se han puesto de acuerdo a la hora de decidir preservar un edificio singular conocido como la Casa de los Giles, levantado allá por el año 1905 y que, a pesar de su valor patrimonial, se encontraba en situación de abandono desde hace varias décadas.
Los nuevos propietarios no sólo están obligados a conservar el edificio, sino que deberán acometer una rehabilitación tanto exterior como interior del inmueble. Sin embargo, los empresarios gasolineros, muy a su pesar, no podrán hacer uso del edificio una vez esté restaurado.
Desde la mercantil lo lamentan profundamente, ya que dicha actuación supone una fuerte inversión para que, al final, quede solo como un elemento meramente decorativo. Y es que la normativa de seguridad vial impide instalar cualquier tipo de actividad a una distancia mínima de 50 metros de la carretera. Los inversores están dispuestos a aprovechar el edificio para albergar un hotel restaurante o, cuanto menos, destinarlo a tienda como complemento a la oferta de venta de combustible.
Por el momento, los empresarios tendrán que amoldarse a las directrices marcadas desde los organismos públicos y conformarse con la posibilidad de utilizar el inmueble rehabilitado como reclamo publicitario de la estación de servicio.
De casa señorial a hospital
La Casa de los Giles fue construida en 1905 como segunda residencia de una familia adinerada de la capital de España. Se trata de un edificio de planta cuadrada de tres alturas, en el que destaca el estilo historicista empleado con elementos ajenos a la arquitectura popular, como la cubierta tipo mansarda parisina sostenida por pino americano y el abuhardillado de la segunda planta, según destaca el cronista oficial, Vicente Vázquez.
En su tiempo albergó una finca de 100 hectáreas, con caballerías, almazara, bodega y hasta una molineta para sacar agua de un pozo. La finca llegó a cosechar 200.000 kilos de uva con los que se elaboraba un excelente vino añejo, además de contar con una cabaña avícola de 15.000 pollos.
Años después, la casa fue utilizada como hospital de retaguardia para enfermedades infecciosas durante la guerra civil. En las últimas décadas, pese a su valor histórico y patrimonial, el inmueble ha sufrido el abandono más absoluto. Ahora, volverá a ser rescatado gracias a la iniciativa privada.
A los vecinos de Santa Eulalia ya les gustaría que las instituciones pusieran el mismo celo a la hora de aplicar las leyes para preservar edificios de igual valor patrimonial y tan singulares como la Casa de los Giles, que se encuentran en un estado ruinoso.
Entre ellos se encuentra la vieja destilería de licores que está a punto de venirse abajo, el coqueto teatro, el palacete e, incluso, la propia ermita de Santa Eulalia, lugar que ha servido de templo religioso para el rodaje de la popular serie de televisión 'L'Alqueria Blanca'.
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