Una deuda de 300.000 euros estrangula el futuro del Círculo de Bellas Artes de Valencia
La institución cultural, fundada en 1894, debe dos mensualidades a la plantilla y solicita ayuda a empresas y entidades de la Comunitat
C. VELASCO
Miércoles, 10 de noviembre 2010, 14:43
Si el futuro del Círculo de Bellas Artes de Valencia fuera un color sería el negro. Si el mañana de la institución cultural que nació en 1894 fuera un formato artístico sería una performance de mensaje indescifrable. La entidad, que avaló con tesón Joaquín Soro- lla, puede tener «los días contados», según una carta remitida por la junta directiva de la institución a empresas, profesionales y entidades de la Comunitat.
En el escrito, el Círculo de Bellas Artes de Valencia reclama «apremio y urgencia» a la sociedad para hacer frente a la situación de quiebra que atraviesa. Las deudas estrangulan el futuro de la institución y noquean cualquier actividad. La falta de dinero maniata a la entidad cultural que ahora alza la voz públicamente para evitar su cierre. «Estamos al borde de la quiebra», aseguró el presidente de la institución, José Garnería, a LAS PROVINCIAS.
«¿300.000 euros de deuda? Por ahí ronda la cantidad, más o menos. Lo cierto es que lo poco que se ingresa no cubre el coste de mantenimiento del edificio», afirmó Garnería, quien manifestó que la institución cultural «debe dos mensualidades a los trabajadores».
El grueso de la deuda contraída corresponde al cambio de sede. En 2003, se mudó de la plaza Mariano Benlliure, 8 a un palacio gótico de la calle Cadirers, 5, que perteneció a José Ruiz de Lihory, barón de Alcahalí y autor del 'Diccionario Bibliográfico de Artistas Valencianos' (1897).
Las nuevas instalaciones lastran el futuro de una sociedad centenaria. Las cuentas del Círculo de Bellas Artes aún pueden empeorar. El próximo año se agota la ayuda directa de la Generalitat sobre la cuota hipotecaria. La necesidad de liquidez apremia.
Garnería rechaza que su gerencia se etiquete con la crítica de mala gestión. «Si alguien cree que se ha gestionado mal la institución, que lo denuncie y que lo documente. Ninguna auditoría ha demostrado cualquier tipo de anomalía», aseveró.
Mínimos gastos
El Círculo de Bellas Artes de Valencia «ha reducido al mínimo el gasto» de la institución, según su presidente, e intentó el pasado 7 de octubre conseguir fondos para aliviar el déficit económico a través de la subasta de 34 obras de autores de la Comunitat. De poco sirvió y nada alivió. No es buen momento para rascarse los bolsillos y así se demostró en la venta de arte.
En un mes la situación se ha agravado. Las cargas hacen «insostenible» su viabilidad, así lo recoge la carta de auxilio que la junta directiva de la entidad artística ha enviado apelando a la «sensibilidad» de sus destinatarios. El Círculo de Valencia detalla que el remitido sea tomado como «algo más que una llamada de socorro».
La petición de ayuda se realiza en plena crisis económica. Los responsables de la entidad cuya sede está en la calle Cadirers, 5 son conscientes. «Las instituciones públicas y las empresas privadas colaboran económicamente como pueden en el mundo del arte», sostuvo Garnería, quien también apeló a la solidaridad ciudadana. Los valencianos pueden hacerse socios o amigos de la entidad o pueden realizar una aportación puntual. Toda ayuda será bien recibida.
Una de las entradas de capital del Círculo de Bellas Artes es la aportación de los socios. «Antes sumaban 800 personas, pero ahora sólo sobrepasamos las 500», apuntó Garnería. En sus inicios, el Círculo contaba con socios como Agrassot, Pinazo o Sorolla. El arte del maestro de la luz se cotiza desde hace años en las principales salas de pujas y centros de exposiciones de todo el mundo. Y precisamente algo de luz necesita la institución valenciana para seguir alumbrando el futuro cultural en la Comunitat.
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