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JUAN CARLOS ROMERO
Domingo, 28 de noviembre 2010, 10:57
En 2004 la Conselleria de Agricultura hizo oficial la presencia del picudo rojo en la Comunidad Valenciana, publicando un decreto en el que se establecían las medidas obligatorias para la erradicación y control de un insecto que llegó en palmeras importadas de Egipto. Entonces nadie podía imaginar lo que se avecinaba. Sin enemigos naturales y con unas condiciones ambientales idóneas, su expansión fue contundente.
El primer caso en Elche se destectó en septiembre del 2005 en la pedanía de Valverde, con una decena de palmeras, pero no fue hasta dos meses después cuando se puso de manifiesto que la plaga estaba bastante extendida y que la lucha iba a ser larga. En un huerto de Daimés cerca de la Vereda de Sendres apareció un foco con más de 2.500 ejemplares plagados de picudo. Las máquinas trituradoras trabajaron a fondo durante varios meses para eliminar las palmeras afectadas.
En 2006 la plaga estaba bien presente en el Campo de Elche. Fue el año de mayor actividad hasta ahora de acuerdo con los datos, debido a que hubo que eliminar más de 4.000 palmeras en las que se había detectado la presencia del insecto. El peligro era más que evidente y obligó a intensificarlas actuaciones para frenar su avance.
Habida cuenta de que en 2007 el número de palmeras arrancadas y destruídas en el término municipal descendió a 815, los tratamientos de prevención y el control de las importaciones hicieron efecto. El descenso de ejemplares afectados se mantuvo en 2008 con más de 600, lo que llegó a hacer pensar a más de uno de que la plaga empezaba a controlarse.
Dos en la ciudad
Hasta ese momento, las únicas palmeras dañadas por el picudo en la ciudad, con el peligro que ello podía suponer para el Palmeral Histórico ilicitano, fueron las del antiguo cuartel de la Guardia Civil en agosto de 2006. Eran dos de la variedad canaria a las que se aplicó el protocolo de actuación, siendo arrancadas y eliminadas.
Sin embargo en 2009 se produjo un cambio en la tendencia, a tenor de los datos facilitados por Miguel Lainez, director general de Investigación y Tecnología Agroalimentaria. Al comentar que a lo largo del presente año habían sido 1.600 las palmeras destruídas en el entorno de la red de trampeo, reconoció que el número había sido similar en 2009.
De este modo, tras cinco años de lucha contra la plaga, la presencia del picudo rojo en el término municipal de Elche ha obligado a destruir más de 10.000 ejemplares. Desde la Conselleria de Medio Ambiente se asegura que se ha podido frenar el avance y expansión del insecto, pero desde el Ayuntamiento advierten de que se está trasladando una sensación equivocada.
Sobre todo después de que sigan apareciendo palmeras con picudo y que una de ellas fuera localizada en Alzabares Alto, dentro del perímetro de protección de cincokilómetros establecido alrededor del Palmeral Histórico.
Los agricultores han insistido también en la necesidad de que la administración autonómica aporte más medios para una actuación integral y a fondo. El picudo tiene una capacidad de vuelo que supone una amenaza constante, y los palmerales históricos están prácticamente rodeados.
Otra opción es el método de saneamiento de la Estación Phoenix, que salva la palmera sin necesidad de arrancarla, que ya se aplica en algunos municipios con éxito.
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