Tonos oscuros y oro rosa, lo nuevo para 2011

Cuando una mujer se viste de valenciana sigue un proceso largo y costoso con el fin de aparecer perfecta el día de su presentación. Para facilitar esta tarea, decenas de tiendas están dispuestas a conseguir el traje y los complementos soñados por sus clientas. Está siempre la seguridad de la tradición, aunque talleres y modistos ofrecen también las últimas tendencias para 2011. Las novedades de este año sorprenderán a más de una.

El primer paso es elegir la tela del vestido. En la tienda 'Roa', en la calle Periodista Azzati, 4, son expertos en vestir falleras. Dentro de su amplio local, ofrecen un servicio personalizado al cliente. Ellos lo tienen claro, aunque en ventas siguen predominando los fondos blancos, la novedad de esta temporada son las telas oscuras. Así el marrón chocolate y el negro son los tonos que marcan tendencia. Atrás quedaron el azul, el verde o el rojo.

«Imperan las telas engamadas (con la misma gama de colores) y los damascos (sin metal ni hilo de colores)», comenta Toni, toda una profesional en la indumentaria.

'Entre sedes Atienza' es otra de esas casas dedicadas a las telas y la confección. «Hay un predominio de la vuelta a lo antiguo, aunque siguen vendiéndose mucho los fondos claros y la plata», explica Julia, encargada de la tienda situada en la calle Escolano, 20.

Muy cerca de este comercio, se localiza 'Dalila'. Ellos venden tela y complementos. «Es verdad que se produce un regreso a los fondos más oscuros, pero los tengo ahí muertos de risa», explica Salva, quien comenta que las telas blancas y los bordados plateados son los reyes en ventas.

El precio de la tela necesaria para un traje de valenciana oscila entre los 250 y 800 euros, en base a la calidad del tejido. Los costes de la mano de obra dependen de cada casa. No hay límites.

Peinadores

Por moda o por sentido práctico, el peinador es una prenda que está de moda. En 'Roa' y 'Dalila' causan sensación. Se trata de un complemento que las señoras usaban antiguamente para peinarse y que se superpone al corpiño sin coserse. Así se tiene la posibilidad de cambiarlo a otro si se quiere.

Otra de las decisiones que toma una fallera a la hora de vestirse es de qué color ponerse la mantilla. Cada vez más valencianas optan por el beige. «El negro apaga el rostro, se prefieren los tonos más claros», explica Toni.

Una vez se tiene el vestido, el siguiente paso es comprar los aderezos y las peinetas. En 'Carmelo García' (C/ Doctor Sanchís Bergón, 23) llevan 30 años dedicándose a la fabricación de estas piezas. Carmelo comenta que cuando una clienta llega a su tienda lo hace con el vestido hecho. «La peineta y los aderezos van acordes con los telares», comenta Carmelo. Su local rebosa elegancia y buen gusto. En las vitrinas pueden observarse las nuevas tendencias para 2011: peinetas y aderezos en oro rosa, cobrizo y rutenio (plata negra).

Junto a uno de los mostradores, Carmelo enseña un aderezo con perlas es oro: «esta es la última moda, todas nuestras piezas están hechas a mano, funcionamos por encargo», explica. Aunque la plata sigue siendo lo más solicitado en su comercio, el mismo metal presenta sus novedades. «Este año estamos trabajando mucho con plata ennegrecida y oxidada», explica el diseñador y artesano.

El precio de las peinetas oscila entre los 70 y 300 euros, el coste de los aderezos está entre los 50 y 700 euros (la cantidad aumenta si se utiliza perla cultivada en vez de imitación).

En la calle Colón, 43, se ubica otra de esas joyerías de prestigio fallero, 'Salomé Joyas'. Este local también funciona por encargo. A la tienda llegan falleras mayores de la zona de Gran Vía. «Nos están pidiendo pendientes en oro rosa, me fijo en los trajes y en base a ellos compro las piezas», comenta Salomé Corell, diseñadora. En los últimos años, lo más solicitado ha sido la plata y el espejuelo «que luce y brilla mucho en los escenarios», comenta. Jades, amatistas, coral rosa y rojo o cristal de roca son algunas de las piedras que utiliza para la decoración de los aderezos.

La moda fallera es una parte más de la fiesta. Habrá que estar atentos a los pasacalles del mes de marzo, donde las tendencias se renuevan como en la mismísima pasarela Cibeles.