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El monasterio de El Puig cae en el olvido con salas tapiadas y en desuso
Valencia

El monasterio de El Puig cae en el olvido con salas tapiadas y en desuso

Más de cincuenta habitaciones vacías, desperfectos y falta de accesibilidad asfixian el convento

MARINA COSTA mcostac@lasprovincias.es

Domingo, 12 de diciembre 2010, 19:05

Ha vivido intensamente muchos siglos pero hoy, el Real Monasterio de El Puig de Santa María, respira con dificultad. Uno de los monumentos más importantes de la Comunitat Valenciana, declarado Monumento Histórico Artístico en 1969 y residencia oficial de reyes, se marchita poco a poco mientras espera una rehabilitación que lo devuelva a la vida.

Más del 70% del conjunto permanece en desuso con más de medio centenar de salas y celdas cerradas. De hecho, la última planta del edificio permanece tapiada desde hace más de una década, mientras 45.000 volúmenes de la biblioteca e importantes frescos, como los de Vergara, aguardan una intervención.

LAS PROVINCIAS ha sido testigo del estado en el que se encuentran muchos de estos vestigios. Enormes pasillos vacíos, salas desiertas y hermosos lienzos y artesonados que nadie contempla, desde hace mucho tiempo, se reparten por el conjunto monumental al que dio vida Jaume I.

Desde que la Generalitat alquiló parte del edificio, únicamente se ha puesto en marcha el Museo de la Imprenta, instalación que existía previamente pero se reubicó en unas dependencias más amplias y con nuevas aportaciones.

El problema es que el monasterio sigue siendo «el gran olvidado. No es tiempo para grandes inversiones pero después de cinco años de alquiler por parte de la Generalitat debería ponerse en marcha un proyecto que recuperara y potenciara este conjunto para que tuviera la resonancia que se merece», según explican fuentes de la comunidad religiosa de la Orden de los Mercedarios del monasterio.

Esa amplificación institucional requeriría «un plan director que pusiera en marcha todo el conjunto para preservarlo, ponerlo en valor y darle una funcionalidad. Sus enormes dimensiones ofrece muchísimas posibilidades que a día de hoy están desaprovechadas».

Dos imponentes claustros y multitud de salas y estancias esperan ser de utilidad. Pero para eso falta «promoción y potenciación. En cinco años la sola presencia del museo de la imprenta es insuficiente para las dimensiones y posibilidades que ofrece este conjunto monumental. De hecho, muchas visitas encuentran este museo por casualidad cuando vienen a ver el monasterio», recalcan desde la comunidad religiosa de los mercedarios, propietaria del conjunto.

El deseo de convertir el monasterio en un referente cultural o institucional de la Comunitat ha pasado por varias etapas y propuestas. Varios globos sonda lo posicionaban como posible sede permanente de la Exposición de La luz de las Imágenes, en alguna de sus vertientes, o escenario de exposiciones itinerantes. «En una ocasión se celebró la festividad del 9 d'Octubre y realmente es el único edificio emblemático que tiene toda la razón de ser para celebrar algo así».

En el monumento habitan en la actualidad menos de diez mercedarios de la orden. De ahí que la infrautilización del edificio dificulte aún más su preservación. La realización de conciertos de música en alguno de los enormes claustros o la celebración de actos institucionales, culturales o sociales, aprovechando salas y estancias, son algunas de las ideas que se podrían llevar a término «con no demasiada inversión ya que lo importante, la infraestructura, la singularidad y la belleza del edificio están ahí. Sólo en uno de los claustros hay diez salas que permanecen cerradas a cal y canto. También existiría la posibilidad de establecer en el monasterio una escuela de restauración permanente, por ejemplo», recuerdan desde la comunidad religiosa.

Un problema que también habría que solventar es la falta de accesibilidad del conjunto. Llegar a alguno de los claustros o dependencias superiores en silla de ruedas o con problemas de movilidad reducida es, tal y como ha podido comprobar este diario, misión más que imposible. Tampoco los accesos al monumento ofrecen más opciones. Un rampa en obras que bordea el recinto y la monumental escalinata que lleva a la portada de la Iglesia (con más de medio centenar de peldaños) son otros obstáculos que hay que salvar. El arquitecto Javier Domínguez, experto en el monasterio de El Puig y colaborador habitual de LAS PROVINCIAS, destaca en una tesis doctoral sobre el convento que «sería muy conveniente realizar excavaciones arqueológicas en un monumento que es una reedificación de una iglesia de conquista del siglo XIII».

También carece de mucha documentación gráfica en relación a las reconstrucciones que se hicieron como consecuencia de los desastres de la Guerra Civil. «Se han hecho estudios para situar mejor las piezas en su momento histórico pero deberían acometerse más», detalla Domínguez.

Elaborar un plan director del monasterio «sería esencial para estudiarlo en profundidad y para evitar intervenciones agresivas y para ello habría que poner en marcha campañas arqueológicas y de investigación que podrían arrojar datos muy interesantes, dado el importantísimo valor del monumento», indicó el experto.

No hay dotación económica

La comunidad religiosa ha pedido ayudas a la Diputación de Valencia para acometer algunas mejoras pero «después de seis meses todavía no sabemos la resolución. El último documento se presentó hace un mes y estamos a la espera. En cualquier caso creo que con la voluntad de la Generalitat se podrían evitar todos estos trámites», dijo.

Una de las joyas del monasterio son los frescos de Vergara en la zona del camarín de la Virgen. «Se lograron subsanar algunas grietas que aparecieron en las pinturas pero sería necesario acometer una labor de limpieza. De hecho, ya hay un estudio realizado pero falta acometerlo y la ejecución de la obra no sería demasiado cara, estaría en torno a unos 70.000 euros», detallan fuentes de la comunidad.

Para el investigador e historiar local Julio Badenes el monasterio «es un lugar tremendamente simbólico para todos los valencianos. La Valldigna fue un gran señorío medieval, eso es cierto, pero históricamente y sentimentalmente hablando, el monasterio de El Puig arranca con la historia de Valencia cuando ya el padre de Jaime I se fija en este lugar para construir un monasterio y después su hijo elige el mismo emplazamiento para preparar la conquista. Su éxito inicia la construcción de la iglesia-monasterio».

Badenes considera que el Museo de la Imprenta es «un proyecto muy positivo que debería estar más aprovechado pero quedan otros muchos espacios para hacer unas exposiciones increíbles o poner en marcha actos culturales de alto nivel porque lo pide el lugar por su trascendencia histórica y singular para todo el pueblo valenciano».

El «avanzado deterioro» de uno de los capiteles del portal de la iglesia «quizá los más antiguos que haya en la Comunitat Valenciana, necesita también una intervención cuidada y urgente. Si no se hace algo a tiempo perderemos esta joya para siempre», indicó Badenes.

Fuentes consultadas de la Conselleria de Cultura indicaron que, por el momento, no hay prevista una intervención en el monasterio a corto plazo ni dotaciones económicas planteadas para nuevas intervenciones. Así que el monasterio de El Puig tendrá que esperar.

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