Las piscinas del Grao salen a concurso por 75 años sin el diseño del Balcón al Mar

Una década después de que se aprobase el proyecto Balcón al Mar, antecesor de la marina de la Copa América, el Ayuntamiento ha descartado acometer con sus recursos el elemento más singular, las piscinas cubiertas diseñadas por el arquitecto José María Tomás en una parcela situada entre el paseo Neptuno y la calle Doctor Marcos Sopena.

En su lugar, el consejo de Administración de AUMSA decidió ayer sacar a concurso un nuevo pliego de condiciones, que consiste en ofrecer a las empresas que lo deseen la gestión de las piscinas durante 75 años. A cambio, deben costear la redacción del proyecto y la ejecución de las obras. Para esto último se fija un plazo de 36 meses.

La iniciativa contó con los votos a favor del grupo socialista, según confirmó el concejal Vicente González Móstoles, quien precisó que no se cambia ningún elemento del planeamiento urbanístico.

El proyecto de Tomás preveía una piscina olímpica de 50 metros de largo y ocho calles, además de otra para saltos de trampolín y una tercera de chapoteo. Debía convertirse en lugar de eventos deportivos y una de sus piezas claves de financiación era un edificio de oficinas casi en el centro de la espectacular cubierta.

En 2004, cuando estaba a punto de salir a licitación esta obra, se hablaba de una inversión de 20 millones de euros. El elevado precio, según indicaron distintas fuentes, parece que ha sido clave a la hora de descartar el edificio.

Proyecto de Tomás

No obstante, el diseño podría ser recuperado por alguna de las empresas que aspiren al proyecto en el nuevo concurso. Tendría que comprarlo al propio Ayuntamiento, que pagó en su día 1,2 millones de euros por este trabajo.

La designación de Valencia como sede de la Copa América echó por tierra el proyecto Balcón al Mar, aunque José María Tomás se encargó también del plan maestro de remodelación de la dársena, que incluyó la nueva salida al mar con un canal y la construcción del Veles e Vents, además de las bases de los equipos participantes.

El proyecto de las piscinas cubiertas terminó de complicarse al estar el edificio previsto en las proximidades del acceso norte al puerto, el túnel que debe llegar desde las inmediaciones de la Politécnica para el tráfico portuario.

La empresa municipal Aumsa gestiona también la construcción de 225 viviendas de renta libre en el paseo de Neptuno y la calle Eugenia Viñes, lo que junto al edificio de Tomás debía servir para remodelar esta parte de la fachada litoral. El plan urbanístico para levantar los pisos está ahora en fase de reparcelación y permitirá la apertura de nuevas calles.

El único inmueble que se mantiene en pie es un chalé del arquitecto Demetrio Ribes, el mismo autor de la estación del Norte. Todo lo demás ha sido ya derribado y los terrenos fueron utilizados en la primera edición de la Copa América como aparcamiento, función que sigue manteniendo y a la que se añadió la de zona de ocio los días del Gran Premio de Fórmula 1.