El bolsillo de la cultura se vacía

Las neveras, unas más que otras, tienen víveres. Los coches repostan gasolina cuando es inevitable, o bien, son sustituidos por el transporte público. Los caprichos se han reducido. Nadie escapa al tijeretazo que impone la crisis. Los hogares valencianos se han apretado el cinturón, el bolsillo, la tarjeta de débito (y la de crédito)... hasta la clásica hucha del cerdito rosa está viviendo su época de vacas flacas.

La cultura no es exenta a este tijeretazo. Espectáculos, cine, exposiciones o teatro sufren los daños colaterales de que los brotes verdes de la economía no florezcan. La estadística no deja lugar a florituras ni maquillajes. No hay nada postizo en los datos del 'Anuario de estadísticas culturales 2010' que ofrece el Ministerio de Cultura. En tan solo un año, los hogares valencianos han recortado su gasto en ocio cultural en 67 millones de euros. Han pasado de desembolsar 1.897 millones de euros en 2007 a mover 1.820 millones de euros en 2008 en consumo cultural, según el informe.

Del estudio del Ministerio de Cultura, que trabaja con los últimos datos disponibles, se desprende que el gasto medio de cada hogar en exposiciones, conciertos o espectáculos de danza fue de 970 euros en 2008, frente a los 1.044 de hace tres años. Si la estadística se desglosa aún más resulta que cada valenciano destina 369 euros a comprar libros, cedés de música o una entrada al museo; frente a los 395 euros que apoquinaba en 2007. Ningún indicio del sector cultural hace pensar que la tendencia a la baja se corrige desde entonces. Sin dinero, no hay paraíso cultural.

El patrón de consumo de los valencianos no es la excepción del país. Cataluña, Extremadura, Canarias o País Vasco también reducen su gasto. La pauta contraria se registra en Madrid, Asturias o Andalucía.

¿A qué destinan los valencianos su dinero? Principalmente a «equipos y accesorios de tratamietno de la información e internet», según el informe del departamento que dirige Ángeles González Sinde. Bajo este epígrafe se engloban televisores, MP3, equipos de música, cámaras fotográficas, ordenadores personales, USB y cuotas de conexión a interet. A esta partida, cada valenciano gasta una media de 160 euros. Más del doble que los libros no de texto o prensa (59,3 euros) y menos que cines, teatros o espectáculos (122,9 euros).

A la cola en lectura

Los valencianos están a la cola de los españoles en cuanto a la compra de libros y prensa, junto con Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Ceuta y Melilla. En cambio, son los sextos que más consumen cultura audiovisual y los cuartos en asistencia a teatro, museos y cine, según el 'Anuario de estadísticas culturales 2010'.

El recorte del gasto cultural no sólo es cuestión de los ciudadanos, sino también de las entidades locales (diputaciones) y los ayuntamiento. Más de 708 millones de euros destinaron las administraciones municipales a la cultura, frente a los 736 millones de 2007. En un año, las exposiciones, los teatros y la música de los pueblos de la Comunitat han dejado de percibir más de 28 millones de euros.

Según los datos del Ministerio, la Generalitat Valenciana invirtió 37,1 euros por cada valenciano en 2008. Su aportación económica ha ido creciendo desde 2004, en el que destinó 28,3 euros de media. Aún así, está a la cola de autonomías que muestran su amor por la cultura con el vil metal, por delante sólo de Baleares, Canarias y Madrid.

El sector privado también ha sufrido los daños colaterales de la crisis. En 2008, según el Anuario, 9.984 empresas tenían una actividad económica vinculada a la cultura. En 2009, la cifra mermó en 9.847. En un año 137 firmas dejaron de producir y vivir por el poco amor al arte.

Pero para contrarestar este dato, del informe del Ministerio de Cultura se observa un apunte positivo: las empresas productoras de cine se han duplicado en la Comunitat en cinco años. Así, si en 2005 funcionaban 11 entidades de este tipo, en 2009 estaban registradas 24. Hace un lustro, las 11 productoras valencianas representaban el 6,9% del sector a nivel nacional, mientras que con las 24 actuales el peso de la región ha subido hasta el 10,3% del Estado.

De hecho, la Comunitat es la tercera autonomía con mayor número de productoras de cine, sólo por detrás de los grandes núcleos de actividad: Madrid, que acoge a 82 firmas, y Cataluña, con 64.

El anuario ofrece una radiografía también de las instalaciones valencianas para la proyección. En 2009, se contabilizaron 11 cines (uno menos que en 2008) y 486 salas de exhibición (frente a las 511 del año anterior). Con estas cifras, la Comunitat cuenta con 9,7 salas por 100.000 habitantes, casi un punto por encima de la media nacional, fijada en 8,9. En estas salas se mostraron el año pasado 582 películas, lo que representa una reducción de 85 filmes respecto a 2008 (667 proyecciones).

Paella, playa y cultura

Otro dato positivo hace referencia al turismo cultural. En 2009, los visitantes españoles incrementaron su presencia en la Comunitat. Espectáculos, exposiciones y conciertos atrajeron a 682.800 personas, frente a las 625.100 de 2008. Y se rascaron el bolsillo para entrar a museos, auditorios y palacios de música. Cada turista 'patrio' gastó de media 285 euros, frente a los 267 euros invertidos en 2008.

El turismo vinculado al arte mueve dinero. Los visitantes de España que abandonaron sus ciudades para conocer la Comunitat aportaron 194 millones de euros en 2009, frente a los 166 millones del año anterior, según el 'Anuario de estadísticas culturales 2010'.

El informe no detalla cuántos de los turistas se acercaron a un teatro valenciano, pero sí recoge que la recaudación de las salas de la Comunitat en 2009 lograron una recaudación de 8.338.000 euros, lo que supone un ligero incremento respecto a la taquilla del año anterior, fijada en 8.247.000. El número de funciones experimentó una pequeña bajada, desde las 6.013 de 2008 a las 5.750 de la última estadística. Lo mismo ocurre con los espectadores: 24.000 personas menos. Tampoco la ópera acaba de cuajar: sólo un 2% de los valencianos son asiduos a este espectáculo.

Dadas estas cifras, sólo cabe pedir a los Reyes Magos más cultura para todos.