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J. BATISTA
Lunes, 3 de enero 2011, 11:58
Las primeras horas de aplicación de la ley contra el tabaco, la definitiva, se saldaron sin incidentes de relevancia. Al menos, que llegaran hasta los responsables de la Conselleria de Sanidad. A pie de calle, diversidad de opiniones y muchas colillas en las entradas de los bares y restaurantes, negocios donde la aplicación de la norma va a tener especial relevancia.
Pese a la tranquilidad de la jornada, se abre un periodo de incertidumbre para el hostelero, como por ejemplo, en relación a la posibilidad de ser objetivo de denuncias anónimas, lo que crea una situación de «indefensión», tal y como alertaban ayer algunos colectivos del sector.
Y es que una simple llamada a la Policía Local para formular una queja podría servir para iniciar o agilizar una inspección con la correspondiente sanción administrativa, por no hablar de las herramientas que posibilita internet, donde la identificación del denunciante no siempre es posible o real.
De hecho, existen colectivos que han puesto en marcha páginas webs en las que se facilita la formulación de denuncias anónimas y gratuitas. Es el caso del Partido de los No Fumadores, que se ofrece a sellarla en su nombre y trasladarla al organismo competente.
Otras entidades han puesto en funcionamiento cauces parecidos. Precisamente ayer, la asociación de consumidores Facua habilitó una web para centralizar denuncias por el incumpliendo de la ley, que prohíbe tajantemente fumar en espacios cerrados.
En este caso, lo único que debe hacer un cliente que se sienta agraviado es rellenar un formulario para que la entidad lo transmita a la administración y propiciar una inspección si procede. Eso sí, se requiere el nombre del denunciante, así como su DNI, por lo que la única picaresca (demasiado arraigada) es utilizar datos falsos, aunque en el caso del documento de identidad es necesario que esté en vigor.
La herramienta lleva tiempo implementada en la web Nofumadores.org, donde se genera un documento que deberá presentar el particular en los registros de entrada correspondientes. Aunque también se requiere la identificación del usuario, se deja claro que la entidad «no se hace responsable del seguimiento de la denuncia ni de la veracidad de los datos expuestos por el denunciante».
También existen cauces habituales, como contactar con los servicios de inspección de la Conselleria de Sanidad o los de Consumo, por no hablar de la tradicional hoja de reclamaciones, si bien son opciones donde es imprescindible la identificación del usuario.
Las herramientas sirven para denunciar incumplimientos en todos los sentidos. Hay que recordar que desde ayer no se puede fumar en espacios al aire libre de hospitales y colegios ni en parques infantiles.
Ayer, la Asociación Nacional de Empresarios por la Calidad del Ocio denunciaba la «indefensión» de los hosteleros ante las posibles reclamaciones e inspecciones derivadas del incumplimiento de la ley por parte del público. El motivo es que las empresas «no disponen de ningún mecanismo legal para obligar al público a cumplir la ley», más allá de instar al cliente, y en caso de problemas, recurrir a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. La situación la resumía a la perfección un hostelero de Valencia. «Yo no puedo actuar como un policía», decía ayer.
Desde la Federación Empresarial de Hosteleros de Valencia (FEVH), alertaban de la posibilidad de que se «promuevan inspecciones» de forma anónima, si bien aseguraban que en la inmensa mayoría de los casos la ley se cumplirá sin necesidad de recurrir a este tipo de tretas. Eso sí, lamentaron lo que consideran una situación de «auténtica indefensión» de las empresas ante las reclamaciones e inspecciones por el incumplimiento de la norma. El argumento es que no tienen herramientas legales para forzar a nadie, y recordaron que pese a este problema los dueños de los locales pueden enfrentarse a sanciones que ascienden a diez mil euros si no se cumple la ley. De ahí que también recomendaran recurrir a la policía en caso de problemas.
Otra de las críticas era que muchos negocios, especialmente de ocio nocturno, tendrán que habilitar un servicio de guardacopas (pues no se pueden sacar a la calle bebidas alcohólicas), mientras que «será necesario establecer algún tipo de control sobre el público» cuando esté en la entrada fumando. La idea es evitar que provoquen ruidos y molestias a los vecinos.
Pese a las críticas, la entidad presidida por Juan Carlos Gelabert abogaba ayer por la concienciación de la ciudadanía para cumplir con la norma. De ahí la campaña 'Ayúdanos a cumplir la Ley del Tabaco', que incluye una guía de consejos prácticos para orientar a las empresas ante «el confuso escenario provocado por la radicalidad y la precipitación» de la entrada en vigor de la ley. Destacan medidas como la señalización correcta del local con el anuncio de la prohibición de fumar, la colocación de algún cartel informativo que solicite la colaboración del público, la instalación de ceniceros en las puertas y, en el caso de las terrazas, vigilar que están totalmente al aire libre. Hay que tener en cuenta que sólo se pueden instalar revestimientos con un máximo de dos paredes laterales. Aquel que sólo tiene una abertura (normalmente enfocada a la puerta del restaurante) no sirve para fumar.
De enhorabuena
La presidenta de la organización Nofumadores.org, Raquel Fernández, se felicitaba ayer de la entrada en vigor de la norma y aludía a que servirá para preservar el derecho a al salud de los trabajadores y de los menores, que de hecho, son los principales objetivos de la ley. Dijo que confía en que el seguimiento sea mayoritario, como sucedió con los lugares de trabajo, y apeló a la concienciación ciudadana para evitar conflictos. Por último, recordó que en caso de infracciones, «lo mejor es hablar con el responsable del local, que tiene la obligación de hacer cumplir la ley, y si no quiere hacer nada, lo siguiente sería pedir una hoja de reclamaciones y poner una denuncia administrativa».
Desde la Conselleria de Sanidad, que será la encargada de velar por su cumplimiento, explicaron que no se detectó a lo largo de la jornada «ninguna incidencia respecto a la aplicación de la nueva ley», en palabras del conseller Manuel Cervera. Además, destacó las ventajas de la norma, que elimina las dificultades de aplicación de la anterior por la «segmentación» de los locales, y aprovechó para apelar a la responsabilidad del ciudadano para su cumplimiento.
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