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J. B.
Martes, 1 de febrero 2011, 01:16
Una de las primeras consecuencias de la ley antitabaco fue la aparición de hosteleros que decidieron incumplir la normativa por las pérdidas que les generó durante los primeros días de aplicación. Fue el caso de Rodrigo Arroyo, que no sólo permite fumar sino que ha ideado una nueva medida de presión, a pesar de que ya ha sido expedientado por la Conselleria de Sanidad. Tal y como explicó ayer, todos los jueves a partir de pasado mañana ofrecerá «cigarros y puros gratis» a los clientes que acudan a su negocio.
El Bar Rodrigo, situado en la calle Ceramista Ros de Valencia, perdió durante los primeros días de enero un 60% de los ingresos, de ahí que decidiera convertirse en insumiso. Su decisión puede costarle muy caro, teniendo en cuenta que la sanciones para la hostelería pueden llegar a los 10.000 euros. Precisamente, la asamblea de Conhostur también sirvió para dar consejos a los restaurantes que no cumplen con la norma. Se les recomendaba muy especialmente prohibir la entrada de menores -la ley se modificó pensando en protegerlos del humo- y no colocar carteles advirtiendo de que se permite el consumo de tabaco.
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